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Se ha conseguido un consenso unánime el pasado 3 de abril en el último Pleno del Ayuntamiento de Turre, tras la aprobación para iniciar el proceso de BIC (Bien de Interés Cultural) de los importantes yacimientos arqueológicos de Teresa, Cabrera, Gatas, la Cueva del Algarrobo y la Cueva de los Peralicos.
Hasta ahora, la protección con la que contaban, pese a ser ampliamente conocidos por historiadores y arqueólogos, era a todas luces insuficiente, y se ha detectado unos usos y actuaciones que ponen en peligro la existencia, el mantenimiento, restauración y consolidación de los mismos.
Desde el ayuntamiento, se quiere impulsar el desarrollo de un espíritu de ciudadanía respetuoso con un entorno cultural garante de una mejor calidad de vida. Para lo que se necesita la inestimable e indispensable colaboración con la Junta de Andalucía, Cultura en concreto que es quien tiene las competencias sobre Patrimonio, y así se protejan estos importantísimos restos arqueológicos de los innumerables expolios que están sufriendo por falta de una adecuada protección.
a) Gatas.
Al pie del cerro del Judío y frente al cortijo de Gatas, se halla el poblado y la necrópolis del Castellón de Gatas. El importante asentamiento de época argárica (1700/1300 a.d.C) consta de un recinto fortificado, que posee galerías subterráneas para abastecimiento de agua, viviendas, tumbas y ajuares funerarios que se encuentran bajo dichas viviendas ubicadas en el interior del recinto amurallado. Fue excavado por los hermanos Siret en la década de 1880, y más recientemente por la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad de Oxford al frente de Vicente Lull.
b) Conjunto de Teresa.
Fue uno de los más importantes pueblos de Sierra Cabrera que poseía alguaciles y regidores como cualquier pueblo morisco del s. XVI. Se despobló en 1569 cuando sus últimos habitantes fueron expulsados a África, y nunca más fue ocupado. Por tanto dicho yacimiento se considera virgen de cara a su estudio arqueológico.
Rodeado de muralla defensiva con torreones, su interior presenta la cimentación de más de cien viviendas además de cuevas horadadas que funcionaban como silos de almacenaje y guarda de animales, aljibe, iglesia construida en 1505 sobre una mezquita más antigua, el cementerio o makábar y, en su entorno, un complejo sistema hidráulico curiosísimo ingeniado por los musulmanes que con esa inusual obra, los habitantes de Teresa consiguieron agua suficiente para hacer frente a las persistentes sequías y asegurar sus cosechas.
Fue excavado entre 1979 y 1980 por la Universidad de Granada, con la financiación del propietario John Polanski y la Dirección General de Patrimonio.
c) Villa de Cabrera.
La documentación procedente del Archivo de Vera, del s. XVI, define la villa de Cabrera dividida en dos barrios: uno situado en la cumbre del monte, llamado “La Fortaleza” y completamente amurallado, y otro a su pie, llamado “el Alcaná” donde se encontraba el alminar (actualmente declarado BIC) y la mezquita de la que se conserva actualmente tres muros del total de cuatro que la componían.
Los restos arqueológicos encontrados datan del s. XI hasta el XVI, pero en estratigrafías inferiores parece que haya incluso restos argáricos.
En general, los restos visibles son: numerosos cimientos de casas, un aljibe, trozos de lienzos muy derruidos de la vieja muralla, sistemas de regadío, la antigua mezquita y su alminar.
a) La Cueva del Algarrobo.
Situada en las proximidades de la Balsa de Nublas, ha servido de habitación humana desde el Paleolítico hasta la época musulmana (s. XII). A lo largo de sus distintas galerías que alcanzan más de 250 m., con una sala principal de gran amplitud, próxima a la entrada, se han encontrado como hallazgos más importantes restos de vasijas de cerámica del Calcolítico, una caracola gigante, un anillo de cobre y un idolillo de colgar. De época musulmana varios trozos de lucernas con barniz verde y una jarra decorada a cuerda seca. Fue cerrado su acceso debido al gran deterioro que sufrió debido a excursionistas que arrancaban, literalmente, las bellas estalactitas que poseía.
b) La Cueva de los Peralicos.
Situada a medio camino de la Cueva del Algarrobo y el lugar conocido como Los Peralicos, en una vaguada, se encuentra La Cueva de Los Peralicos. Conserva restos neolíticos importantes y parece que también del mesolítico. En la parte más profunda se halla un enterramiento con varias vasijas de gran tamaño en un proceso de fosilización por recubrimiento cárstico. Han sido expoliadas y rotas algunas, permaneciendo intactas otras. En la zona menos profunda, en una gran sala se observan al menos dos enterramientos (uno desgraciadamente sacado de su lugar por orden judicial como levantamiento de cadáver sin haber observado que era un resto arqueológico de gran importancia), otro considerado “un brujo”, por los objetos hallados a su alrededor.
Debido a la importancia y riesgo de expolio, intervención humana y factores climáticos, es necesaria una protección de Nivel 1, ya que los yacimientos a los que se les aplica este grado conservan estructuras arqueológicas de consideración y en un estado de conservación aceptable, una sedimentación arqueológica de gran interés o en un estado de conservación excelente.
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