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Unas 54.500 personas mayores se benefician de los talleres y actividades organizados en los 16 centros de participación activa de la provincia de Almería. La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, ha visitado hoy el Almería II, el mayor de la provincia, y que cuenta con más de 15.600 personas usuarias.
Durante su visita, en la que ha compartido con sus usuarios la actuación del coro-rondalla, ha conocido los numerosos servicios que se ofrecen en el centro, así como los más de veinte talleres lúdicos y formativos, todos ellos organizados con el objetivo de fomentar el envejecimiento activo de las personas mayores.
En su visita al Centro de Participación Activa de Personas Mayores Almería II, Sánchez Rubio ha destacado la importancia de ofrecer a las personas mayores actividades que les abren nuevos horizontes culturales y de ocio, que les permiten ampliar su formación y mantenerse activos a cualquier edad.
La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales ha recordado que “los programas de envejecimiento activo tienen como objetivo fundamental procurar el bienestar social e individual de las personas mayores, mejorar su calidad de vida y su imagen ante la sociedad, promover la autonomía personal, prevenir situaciones de dependencia y fomentar la cooperación y la solidaridad entre generaciones”.
Ubicado en la intersección de la carretera de Ronda y la calle Padre Méndez, el Centro de Participación Activa Almería II dispone de una superficie construida de más de 1.900 metros cuadrados. En su interior alberga un gimnasio, salas de talleres, aula de informática, un servicio de comedor para sus usuarios o un salón de usos múltiples, entre otras dependencias. Aunque presta servicio desde el año 1983, sus actuales instalaciones fueron renovadas y reinauguradas en 2007.
El centro ofrece a sus usuarios un comedor con menús económicos, servicios de información y gestión de trámites administrativos, asesoría jurídica, trabajador social, biblioteca y una peluquería a precios reducidos para hombres y mujeres. Actualmente se imparten en sus instalaciones un total de 24 talleres, entre los que destacan por la afluencia de usuarios los de promoción de hábitos saludables, memoria, pintura, baile, idiomas o manualidades.
El ‘Almería II’ acoge exposiciones periódicas de las obras pictóricas realizadas por sus usuarios, así como competiciones deportivas. En su taller de prensa se elabora la revista ‘Nuestras Cosas’, un boletín en el que se recoge información sobre el centro y las actividades que se llevan a cabo en él.
Sus más de 15.600 socios participan directamente en su organización a través de su junta de participación, elegida democráticamente por los usuarios.
Centros de Participación Activa de Mayores
Además de la capital almeriense, donde se sitúan cuatro centros de participación activa para personas mayores, existen otros en los municipios de: Adra, El Ejido, Berja, Vícar, Roquetas de Mar, Níjar, Fiñana, Albox, Huércal-Overa, Cuevas del Almanzora, Uleila del Campo y Vélez- Rubio.
Cada una de estas 16 instalaciones elabora anualmente un programa de actividades para sus socios (más de 54.000 en toda la provincia) en función de las demandas y necesidades de éstos. La oferta de talleres se divide en ocho grandes áreas: Teatro, danza y música (escenografía, bailes de salón, constitución de grupos musicales y de teatro, cuentacuentos, teatro de marionetas, et), arte y manualidades (dibujo, pintura, cerámica, bordado), medio ambiente y turismo (senderismo, educación ambiental, conocimiento y defensa de la naturaleza), promoción de hábitos saludables (alimentación y actividades deportivas), prevención de situaciones de dependencia (estimulación cognitiva y motora), promoción del patrimonio histórico y cultural (tradiciones populares, personajes ilustres, guía culturales, visitas), voluntariado y nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Envejecimiento activo
Para promover el envejecimiento activo de las personas mayores, la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales promueve numerosas iniciativas, que se unen a la oferta de actividades lúdicas y formativas desarrolladas por los centros de participación activa de personas mayores. Entre ellas destacan algunas como ‘Por un millón de pasos’, que lleva a cabo la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales para fomentar el ejercicio físico como hábito saludable, o el programa ‘Recapacicla’, destinado a promover el reciclaje de residuos.
La Tarjeta Andalucía Junta Sesentaycinco, de la que se benefician 68.954 personas en Almería, también incluye entre sus objetivos el fomento del envejecimiento activo, ya que sus portadores tienen derecho a un gran número de descuentos y beneficios en el acceso al transporte, las actividades culturales, deportivas y de ocio en general.
Por lo que respecta a la parte formativa, sobresalen las Aula Universitarias de Mayores, un programa que desarrolla esta consejería en colaboración con las universidades públicas andaluzas. En la provincia se desarrolla en colaboración con la Universidad de Almería y se lleva a cabo en dos sedes, una situada en la capital y la otra en Roquetas de Mar.
Asimismo, en el área sanitaria, los centros de atención primaria desarrollan cada año el programa Examen de Salud Mayores de 65 años en nuestra provincia, que permite, además de evaluar su estado general, detectar de forma precoz posibles patologías o situaciones de dependencia.
Libro Blanco del Envejecimiento
Andalucía elaboró en 2010 el primer Libro Blanco del Envejecimiento Activo publicado en toda España, un documento de análisis elaborado por la Junta, en colaboración con los colectivos representantes de mayores, que formula un total de 130 recomendaciones sobre medidas que se deben llevar a cabo en temas de salud, educación, seguridad, intergeneracionalidad y participación, fundamentalmente.
Las conclusiones de los grupos de trabajo parten de un amplio análisis sobre la situación demográfica actual y el progresivo envejecimiento de la población, que obliga a dar respuesta a las demandas de un grupo poblacional que necesita participar en la vida social, cultural, política y económica, y no sólo recibir una atención de carácter asistencial.
En el Libro Blanco se concluye que el envejecimiento demográfico no es una enfermedad social, sino un logro sin precedentes. Por ello, en el documento se apuesta por trabajar para acabar con la visión estereotipada de la vejez como fuente de problemas y no de posibilidades.
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