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En nuestro paÃs, los jóvenes han sido el colectivo más castigado por la destrucción de empleo y sufren unas de las tasas de paro más altas de la Unión Europea, cercana al 56%.
El Consejo Europeo acordó en abril de 2013 una Recomendación para el establecimiento de la GarantÃa Juvenil, ante el aumento desorbitado del desempleo entre los jóvenes europeos, especialmente en algunos paÃses entre los que se encuentra España. Por ello, insta a los Gobiernos a adoptar medidas especÃficas para el grupo de jóvenes más afectado. El objetivo es garantizar que todos los jóvenes menores de 25 años reciban una oferta de empleo, formación continua, formación de aprendiz o periodo de prácticas en un plazo de cuatro meses tras acabar la educación formal o quedar en desempleo, para hacer real el derecho de los jóvenes a un empleo digno y de calidad asà como para prevenir el riesgo de exclusión social. Es por esto que la inscripción en el registro es sólo el primer paso, pero hay que garantizar la atención posterior a las personas inscritas y esto es lo que, a nuestro juicio, queda en entredicho si no están disponibles estos fondos, puesto que no disponemos de información sobre cómo se desarrollará el programa.
El Estado Español sigue pendiente de recibir los casi 1.900 millones de euros, procedentes de la Iniciativa de Empleo Juvenil y el Fondo Social Europeo, para la GarantÃa Juvenil, de los que depende la puesta en marcha y el funcionamiento del programa. CCOO exige acelerar la puesta en marcha de la iniciativa para los jóvenes, sin esperar a que lleguen los fondos de Europa. La GarantÃa Juvenil no es más que una medida paliativa y complementaria, que puede resultar útil para un colectivo determinado de la juventud, pero insuficiente por sà misma para afrontar la gravÃsima situación en la que se encuentran los y las jóvenes españoles. Y debe ser entendida como un acompañamiento de otras medidas, como son los programas de Formación Profesional Dual de calidad, la lucha contra las becas fraudulentas o el trabajo informal, el fomento de la contratación estable, y la recuperación de programas como las Escuelas Taller y Casas de Oficios.
Más allá de algunas iniciativas concretas de interés, la ausencia de fondos suficientes para aplicar la GarantÃa Juvenil, asociada a algunas medidas recogidas en el texto remitido a Bruselas, llevan a CCOO a considerar que esta propuesta inicialmente enfocada como medida paliativa contra las altÃsimas tasas de paro juvenil corre el riesgo de no cumplir siquiera tal función. Al contrario, dependiendo de cómo se aplique puede constituir un simple parche estadÃstico para ocultar el desempleo o, incluso, una nueva vÃa de precarización de las condiciones socioeconómicas de la juventud.
Desde CCOO queremos insistir, en que la situación actual de desempleo es consecuencia de la falta de actividad económica y que las medidas a desarrollar para el crecimiento del empleo y, consecuentemente, del empleo juvenil, serán aquellas capaces de impulsar el crecimiento económico. Una reactivación económica sostenible y duradera junto con un plan de inversiones dirigidas al empleo, son condiciones ineludibles para mejorar la situación de los jóvenes en el mercado de trabajo.
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