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Imagen archivo - Seprona
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Sobre las 22’00 horas de ayer, y como resultado del dispositivo llevado a cabo por agentes de la Guardia Civil del Puesto de Gádor y del SEPRONA de Cabo de Gata (Almería), además de un agente de Medio Ambiente, se ha auxiliado a un grupo de 5 personas, entre los que se encontraba un menor de 7 años, una de ellas con serias dificultades para caminar, al haberse dañado la rodilla tras repetidas caídas.
El dispositivo comienza sobre las 18’00 horas, al recibir los operadores de la Central Operativa de Servicios (C. O. S. – 062) de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, un aviso informando que un grupo de senderistas estaban perdidos y desorientados en una zona conocida como paraje “Balsa Blanca-Montenegro”, del término municipal de Alboloduy (Almería).
El grupo estaba compuesto por 4 adultos y un menor, habiendo sufrido uno de los adultos repetidas caídas, con las que se había dañado una rodilla, que le impedía apoyar bien el pie y poder caminar con autonomía.
Tras entrevistarse una patrulla de la Guardia Civil con los familiares, quienes habían avisado a la Central, informando del punto de inicio de la ruta, en un cortijo situado a una hora de camino, en vehículo, desde la población de Alboloduy, lugar desde donde habían comenzado la caminata campo a través para regresar a esa localidad.
Tras varias horas de espera, y visto que la visibilidad comenzaba a disminuir, contactaron con sus familiares, indicándoles que estaban desorientados y perdidos, informando además de las dificultades de uno de los senderistas.
La zona de búsqueda imposibilitaba a los agentes utilizar los vehículos todo terreno para acceder a ésta, motivo por que con el apoyo de componentes del SEPRONA, y después de una ubicación aproximada al contactar telefónicamente con los perdidos, comienzan el camino a pie por unos abruptos y, en algunas ocasiones, inexistentes senderos.
Después de alrededor de una hora de caminata, con un considerable descenso de la visibilidad, los agentes de la Guardia Civil observan desde la distancia, la luz de una fogata que las personas perdidas habían encendido para calentarse y para facilitar su localización.
Una vez comprobado el estado de todos y la dificultad para caminar por sus propios medios de uno de los localizados, senderistas y Guardia Civil comienzan el camino de regreso, apoyado el herido en los agentes que le han localizado.
Tras más de una hora de camino de regreso, senderistas y agentes de la Guardia Civil llegan al punto de inicio de su recorrido, donde les esperan sus vehículos y los familiares de los senderistas, quienes se hacen cargo del accidentado y lo trasladan a su domicilio, al no necesitar de asistencia médica.
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