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La Junta Local de Manos Unidas en Vera ha presentado su campaña 2019 para luchar contra la pobreza y en pro de los Derechos Humanos en los países más necesitados del mundo. Este año, la oenegé católica cumple 60 años y lo hace reforzando su denuncia sobre la situación de la mujer en los países empobrecidos. Es una campaña pensada para todas las mujeres que no son independientes, que no se sienten seguras, y que ni siquiera tienen voz.
Rosalía Núñez, presidenta de la asamblea local de Manos Unidas, presentó los actos previstos para los próximos días y meses. Este domingo se celebró la Jornada Nacional de Manos Unidas, por lo que la colecta de la Eucaristía fue íntegramente para la organización; el próximo sábado 16 de febrero se celebrará la Cena del hambre, a las 20:00 horas en el Salón Parroquial; y para el 22 de Marzo se realizará en el auditorio el II Festival de Magia, a beneficio de Cáritas y Manos Unidas.
Experiencia en Mozambique
La presentación de la campaña 2019 también sirvió para que el doctor veratense Melchor Molina Montoya compartiese con los presentes su reciente experiencia como voluntario en Mozambique, uno de los países con mayor tasa de mortalidad infantil del mundo.
Allí, junto a otra decena de voluntarios, el médico veratense colaboró con el Centro Hakumana de Maputo, atendiendo a niños abandonados y enfermos, la mayoría de ellos con VIH+. Según los datos oficiales que expuso Melchor Molina, en este país africano casi el 15% de la población adulta tiene el VIH, “aunque por mi experiencia, y viendo como allí es una verdadera epidemia, la tasa es bastante más alta”. En el centro atiende a 170 familias y 7 personas sin núcleo familiar, de las cuales 23 son hombres; 154 mujeres; 74 jóvenes y adolescentes, 83 niños e 15 bebés. A parte de asistencia médica y acceso a medicamentos, se les da información sexual, sobre hábitos saludables y terapia psicológica, gracias al trabajo de las Mercedarias de la Caridad.
Tras su paso por este centro, otras comunidades solicitaron la ayuda d ellos doctores españoles. “Se corrió la voz de que había médicos blancos que atendían gratis y nos llamaron de diferentes lugares”, explica Molina Montoya. Por ello decidió trasladarse a la escuela profesional de Moamba, una zona rural donde el acceso a hospitales y medicación es mucho más complicado que en Maputo. Además, en su visita pudo conocer muy de cerca el drama de los albinos, que son abandonados e incluso asesinados por el simple hecho de padecer dicho trastorno genético. “Son demonizados, echados a la calle o incluso asesinados porque creen que sus falanges tienen poderes. Es un drama que desconocía y me ha dejado muy impactado”, reconoce el doctor.
Por ello, Melchor Molina quiso llamar la atención de las más de cien personas presentes en el Convento de la Victoria para que se conciencien de lo necesaria que es la ayuda para los países subdesarrollados. “No tan lejos de nosotros hay una tierra que es muy diferente; donde la probabilidad de que un niño nunca llegue a ser adulto es muy grande”, lamenta.
Por su parte, el alcalde de Vera, Félix López, agradeció el importante trabajo que realiza Manos Unidas en la localidad y en todo el mundo, así como la labor del doctor Melchor Molina, que calificó como “ejemplo de generosidad”. “Sabéis transmitir sensibilidad y compromiso a la sociedad veratense, y eso es muy importante”, recalcó el regidor.
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