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Unas mil quinientas personas disfrutaron este sábado en Benahadux de la XXV Cata de Vinos Artesanos, evento organizado por el Ayuntamiento de la localidad con la colaboración de la Asociación Amigos del Museo, Diputación, Mancomunidad del Bajo Andarax, colectivos y empresas del pueblo.
Una gran carpa habilitada en el Parque Central fue escenario de una jornada soleada que se inició con la cata de vinos por parte del jurado, integrado por Narciso Espinar (presidente), Joan Valls, Juan Osorio, Jennifer Ortega, Manuel Matarín, Antonio Hermosa, Manuel Rodríguez, Jorge Molina, Isidra Motos, Mª Carmen Gómez y Antonio Sedeño. En esta edición se presentaron a concurso un total de 19 vinos: 9 tintos, 5 blancos y 5 claretes procedentes del municipio granadino de Albondón y de pueblos almerienses como Abrucena, Benahadux, Canjáyar, Padules, Fondón o El Saliente Alto (Albox), entre otros. Al término de su valoración, recibieron del Ayuntamiento de Benahadux un trofeo conmemorativo a modo de obsequio.
Los actos programados se iniciaron con la actuación de la Escuela Municipal de Flamenco dirigida por Mª Dolores Sánchez, así como de las bailaoras benaducenses Inayan Cruz y Aldara Nazaret. En las inmediaciones del Parque Central también tuvo lugar una exposición de los históricos seíllas a cargo del Club de Amigos del 600 de Almería.
La alcaldesa de Benahadux, Noelia Damián, se dirigió a los asistentes para darles la bienvenida, presentar a los pregoneros y agradecer la colaboración de todos los patrocinadores, jurado, colaboradores y voluntarios “que han convertido a este evento en mucho más que una fiesta, es parte de nuestra historia”.
Pregón
Acto seguido tuvo lugar la lectura del pregón a cargo de dos personas muy vinculadas con el vino como Antonio Sedeño Torres, maestro jubilado y estrecho colaborador de la cata. En su intervención calificó la cata de Benahadux “como un evento sin parangón en toda la provincia e incluso de Andalucía que tan gratos ratos nos hace pasar”. Tuvo un cálido homenaje al grupo de veinticinco amigos que se reunía en la Cueva del Tío Eladio allá por 1995, origen de la cata de vinos, haciendo hincapié en personas fallecidas como Jesús Salas, Manuel Domínguez o José Moya, entre otras. También hizo una original descripción de las técnicas y utensilios que se utilizaban hace décadas en pueblos como Padules para elaborar el vino, muchas veces coincidiendo con la época de matanza.
Por su parte Antonio Rubio Casanova, técnico agrícola y responsable del proyecto Biodiversidad Domesticada, centró su discurso en las variedades de uva de la provincia que se han podido recuperar. “De las setenta variedades de uva existentes en Almería, la mitad se destinan a la elaboración de vino como la albilla blanca y negra, molinera o gitana“. Los pregoneros recibieron a modo de obsequio unas reproducciones elaboradas por Manuel Salas (falcata íbera, lucerna romana y ánfora romana llena de vino del Marchalejo).
Premios
Inmediatamente tuvo lugar la entrega de premios, que contó con la asistencia de numerosas autoridades como la alcaldesa de Benahadux, Noelia Damián; concejales de la corporación municipal; alcaldesa de Gádor, Lourdes Ramos; diputados provinciales Ángel Escobar, Antonio J. Rodríguez, Eugenio Gonzálvez y Rafael Burgos; y delegados de la Junta de Andalucía Aránzazu Martín y José Luis Delgado.
El cosechero de Abrucena José Zoyo acaparó los premios más importantes (mejor blanco, mejor clarete y mejor tinto) según el jurado. El premio de la organización recayó en la familia Segura Jiménez, mientras que el premio Mancomunidad fue para Santa Cruz de Manzaniles, que también recibió el premio del público tras el recuento de papeletas depositadas en la carpa del vino. La charanga Los Notas amenizó una comida de convivencia con 300 kilos de habas frescas, jamón y tocino; además de otros manjares que trajeron los asistentes como asadura, tortilla de patata, fritada y dulces típicos de la comarca como papaviejos y torrijas.
Libro conmemorativo
La Asociación Amigos del Museo de Benahadux, en colaboración con el Ayuntamiento, está preparando un libro conmemorativo sobre la Cata de Vinos Artesanos que se publicará a principios de 2021, recogiendo la historia de un evento que nació en la Cueva del Tío Eladio para posteriormente trasladarse al Cortijo Solsona, explanada de la escuela taller y Parque Central las últimas ediciones.
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