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El vecino del pueblo de Estacazo de Abajo, Anhídrido Carbónico, le participo a su esposa, Espasa Calpe, que salía a comprar tabaco y no volvió. A los dos días de ausencia, Espasa, organizo una barbacoa para celebrar esa ausencia recordando que su esposo nunca ha fumado. Ninguno de los asistentes a dicha barbacoa echo la culpa al estanco. Si a Anhídrido le hubiera tocado estar en una etapa de reclusión como la que padecemos, más de un paquete de cigarrillos hubiera caído, y es que la compañía dejaba cierta situación virulenta que se había tornado en una pandemia al que llamaban los epidemiólogos, “los huevos sobre la mesa”.
Muchos años añorando y soñando con que su esposo se dirigiera a un estanco y se perdiera…, y ahora lo tiene que soportar codo con codo, desprecios e insultos siempre bien aderezado con la ya clásica postura machista de la humillación. Años de arrastres poco sentimentales. Dejando el mayor vacío a su esposo para que se pueda desenvolver mejor sin estorbarle: Hacer caso omiso en sus continuas recaídas de celos y recelos y ahora lo tiene perenne y odiosamente a su lado sin que el ocre de un cigarrillo que no fuma, cambie su postura de macho dominante que siempre marca su territorio en la creencia genérica de su mente que él, - como consorte y mando en plaza - ella tiene amo y señor y es el sumo hacedor donde normalmente, en vez de corazón, tiene un trapo, secuencia que desgarraba en su canción Mari Trini.
Uno, en su claustro sin vestimenta exótica, pero si con una túnica adquirida en un viaje con mi camión a Epiro/Tesalónica (Grecia) de Demi Roussos que me encanta ponerme cuando escucho su discografía, analizo la situación y observo todos los medios disponibles que tiene nuestro Gobierno para paliar una pandemia que está exterminando a los nuestros y parte de un mundo que conocemos debido a la geografía.
Protecciones y procedimientos acordes a no contagiarnos. Expertos dándonos instrucciones. Médicos, autoridades sanitarias, auxiliares, todos implicados en que esa pandemia no supere la curva de un arco-iris que nos arrasa primero en síntomas y más tarde nos ofrece el silencio.
Hasta ahí, todo asequible en una sociedad que hemos construido y hasta discutido digno de una civilización que no queremos que se nos escape, pero “hete aquí” que nadie pensó en familias cuya estructura ya han sido abatidas; el infierno en que han vivido y viven mujeres soportando a “viriles” personajes que hacen de su puño sus razones; la sombra de su torturador; las denuncias de malos tratos que se acumulaban en una vitrina tipo Elecciones Generales y que debido a esta crisis sanitaria, nadie recuenta las papeletas.
El desborde de nuestras autoridades han sido tales que han olvidado otra epidemia constante y sin antídoto que se llama maltrato y amenazas de procedencia no china sino latina: Que es imposible y no hay laboratorios para legitimar y habilitar una vacuna para su destierro ya que las probetas habían sido eliminadas gracias a los recortes de Rajoy and Cía muy dados a buscar paraísos fiscales.
Parece ser y las estadísticas confirman que no hay nadie que se libre. Todos estamos en riesgo después del tétrico Naranjito del Mundial de Futbol Español o la asignación de Donald Trump como presidente de los USA.
El pequeño Aznar en las Azores o las arengas de un tal Abascal emulando al nazi Goebbels. Carlos Herrera intoxicando a los oyentes…Todo ello, nos lleva a consecuencias no muy dignas de digerir: Es la andanza de otra epidemia que no hemos encontrado el antídoto y se ha hecho grande, enorme, de magnitudes inimaginable que comporta como el mundo se desprende de un eje que nos mantiene pero surgen personajes que cambian la rotación, y esa traslación, la hacen a su manera envenenando el aire.
Todo un mundo que se desarrolla a través del egoísmo, el ansia de poder e ideas febriles que siempre dejan victimas y vitrinas colaterales y esos inmolados, curiosamente somos los de siempre…, los que estamos desprotegidos y tenemos que accionar el acercamiento sea cual sea la deriva que tomen porqué no hay otra barra de sujeción y es la que predomina para sobrevivir.
Ya sé, amigas/os, que nuestra máxima preocupación es el fin de nuestro confinamiento. Debido a ello, es normal que en nuestra anterior convivencia había preocupaciones y contactos sociales que hemos dejado un poco aparcados pero hay que considerar que una vez superada esta crisis que nos ha dejado descalzos, tenemos que volver a la lucha restaurando la disputa por la diversidad, desterrar el machismo, la paridad en la gobernación de un frente común nacional, equilibrar la igualdad. Lo digo para que cuando comience los besos y abrazos y estemos en una nueva atmósfera, - vaticino un poco mas respirable - quizás un nuevo orden mundial, una nueva fórmula para enfocar nuestro avance para que la civilización no se estanque; un nuevo prisma para mentalizarnos a que ningún ser humano es ilegal, no se nos olvide como habíamos llegado hasta aquí, en qué lugar nos paramos y como seguir recordando contiendas anteriores. (Yo, - en mi trono de la humildad aún consciente de que el mundo no va a ser normal – sólo exijo con que Manu Tenorio no vuelva a cantar; no ambiciono nada más. Una vez descartado el “solista”, seguro que asumiré esta posterior etapa con más entusiasmo y exaltación a un nuevo devenir seguro de que esta “pandemia” no vuelva a recluirme.)
Juan Marcelo
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