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Foto Archivo Representativa
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La formación ecologista se suma a las denuncias de sindicatos sanitarios, como SATSE, y movimientos sociales, como Marea Blanca, ante el posible cierre de 54 camas y de recortes en la contratación de sustituciones programado por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía para este verano, post Covid 2020. No es de recibo que la reconstrucción consista en volver a la “normalidad” de la política de recortes que se vienen aplicando desde la crisis del 2008, y que ha supuesto la reducción de los servicios públicos y el aumento de externalización de servicios a través de la empresa privada (somos la provincia con menos personal médico y de enfermería de Andalucía, y por debajo de la media nacional).
Asistimos a una pérdida continua de capacidad del sistema sanitario almeriense por falta de medios materiales y personal (inversión), que ha derivado en el incremento de las listas de espera, deficiencias en la atención primaria hospitalaria y la precarización del personal sanitario. Deficiencias puestas de manifiesto en esta emergencia sanitaria, y superadas por la entrega y profesionalidad de los trabajadores.
En este escenario, las instituciones locales se afanan para que Almería sea un destino en la que operen empresas turísticas con el Certificado de Andalucía Destino Seguro de la Consejería de Turismo, pero cerrar camas va a suponer la pérdida de contratación de profesiones y el consiguiente desplazamiento de los pacientes a unidades distintas a su patología, la repercusión en las listas de espera de cirugía quirúrgica y el probable colapso de urgencias por el aumento de población. Asimismo, los recortes en las sustituciones del personal dejará en el aire tanto su cobertura en el periodo vacacional como los días de permisos y licencias suspendidas temporalmente por la emergencia sanitaria.
Desde Equo Verdes se entiende que la seguridad sanitaria debe ir más allá de la responsabilidad ciudadana y del obvio refuerzo en la contratación, incluido el del personal rastreador -que debía ser especializado- y que es insuficiente según los porcentajes de población establecidos por la Organización Mundial de la Salud, y como así ha sido denunciado por sindicatos, como CESIF. Por ello, se insta a la Consejería de Salud y autoridades sanitarias almerienses a adoptar las medidas necesarias para fortalecer y preparar al sistema sanitario, dignificando las condiciones laborales, de cara a afrontar en las mejores condiciones los posibles brotes o una segunda oleada del coranovirus; más aún, teniendo en cuenta que somos una ciudad de destino turístico de sol y playa, caracterizado por el low cost y la precariedad laboral, el consumo de recursos y generador de residuos con impacto medio ambiental.
Para el coportavoz, Manuel Pérez Sola, además de una remuneración extra para los sanitarios que está más que merecida por el esfuerzo y exposición al que se han visto avocados, y que debía hacerse extensible a otros sectores públicos que han sido esenciales en la emergencia sanitaria, de igual modo hay que ser conscientes de que las plantillas necesitan de un descanso extraordinario para proteger su salud física y mental.
Les necesitamos, pero para que nos cuiden y dispongamos de los servicios básicos no hay que explotar al límite sus capacidades, estresando aún más el nivel de resistencia, y con ello la capacidad de respuesta del sistema sanitario. Mas bien, habría que cuestionarse la edad de jubilación adecuada de la profesión sanitaria que tanto riesgo implica, y más si tenemos en cuenta los miles de jóvenes sanitarios que están desempleados o se han ido al extranjero.
Desde los Verdes Europeos de Equo, a pesar del acuerdo sindical que establece la contratación de 20.000 profesionales en el SAS, se exige acabar con el deterioro y fortalecer del sistema sanitario reduciendo la edad de jubilación, aumentando las plantillas y reforzando la asistencia en atención primaria y hospitalaria, a fin de ampliar los sistemas de prevención y vigilancia epidemiológica, la apertura de mañana y tarde de los centros sanitarios, sustitución de bajas laborales y permisos; así como, promover contratos estables para el personal frente a la precariedad laboral del sector, reducir conciertos y externalizaciones, etc. En definitiva, aumentar significativamente el presupuesto y fortalecer el servicio público como vienen solicitando desde distintos sectores sociales y sindicales.
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