| 
|
| PUBLICIDAD
|
"Encantado de estar de nuevo en mi tierra, porque me siento un almeriense más". Con estas palabras hacía acto de presencia en el escenario de la Plaza de la Constitución el cantaor jerezano José Mercé, en una nueva vista a la ciudad, en esta ocasión en el marco de la programación de verano del Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería y con Flamenco.
Un espectáculo sobrio pero efectivo en el que el jerezano, acompañado en la guitarra por Antonio Higuero, como viene siendo habitual, sacó a relucir su amplio conocimiento en lo que viene a denominarse cantes grandes. Así, arrancaría la velada por Malagueñas de Enrique El Mellizo, continuando por soleás, donde se marcó una tanda de las de Alcalá, recordando el viejo cante de Juan Talega, “Yo te tengo compará con la que está en el Castillo del Águila de Alcalá”.
Con la voz entrada en calor, llegaba el momento de las avocaciones más fervorosas, como las que arrancaron cada tanda de fandangos naturales, cante convertido en grande gracias a figuras como Caracol o El Cabrero, con el denominador común del olvido a las críticas y esa última sentida letra, familiar en los últimos años, de “soy un águila imperial (…) mientras me quede una pluma, por mi Curro de mi alma, no voy a dejar de cantar”.
Si hubo un cante donde brilló Higuero de manera superlativa fue en las seguiriyas, que sonaron añejas, aunque su suerte se antojó corta. No importó el desencanto porque Mercé llamó entonces a su grupo para contentar a los más melódicos en una ronda de alegrías donde también se deslizó el mirabrás. La plasticidad embaucadora de los aires de Cádiz siempre conquistan y prueba de ello que fue uno de los momentos con más móviles sobre las cabezas.
“A ver si le ganamos todos al bicho y que vuelva la normalidad de verdad, no la nueva, como estamos haciendo ahora, siendo responsables y cumpliendo las medidas como estáis demostrando esta noche. Gracias a todos”, diría Mercé antes de sorprender al recuperar su versión de Te Recuerdo Amanda de Víctor Jara. No sería la única versión, puesto que a continuación pondría al público a cantar con Al Alba, del recientemente fallecido Luis Eduardo Aute.
Con el viento a favor, llegaba el momento de la traca final que, en el flamenco, casi siempre viene de la mano de las bulerías. Guasa jerezana donde no faltaron otros guiños populares a La Salvaora o A La Lima y El Limón, también sorprendió cuadrando la letra del taranto de El Reino de Almería y su Morato vendiendo verdulería o un guiño a la modernidad con esa estrofa de “tienes el corazón apagado o fuera de cobertura”.
Genio y figura, Mercé, que terminaría bailando y cantando, sin micrófono, al borde del escenario, antes de despedirse finalmente con su popular Aire. Porque Mercé, un almeriense más, trae siempre “alegría pa la casa”.
|
