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Cuando chocan y colisionan, dos derechos fundamentales pienso que siempre se busca el más fundamental, por lo tanto, el más importante, el de la “libertad de expresión” Suelen salir ileso de esos choques, pues se trata de un derecho básico laminado y mal acopiado por energúmenos haciendo prevalecer ese derecho lo cual coarta la libertad y deja en pañales el estado de la democracia que los fantoches del resentimiento, el rencor, la inquina y contrarios a la libertad intenta dejar el progreso de decisiones progresistas en entredicho. Ese derecho a recoger una cosecha del esfuerzo de los demás para camuflar sus frutos que siempre son los mismos: Lo ortodoxos amparados por lo dogmático. El aprovechar ese derecho para sembrar el odio esperando resultados para someter a un País a constante tiranía. Los que intentan quitar de fortaleza y baluarte a un estado democrático para implantar un despotismo e ideología ya desfasada y caduca en nuestro tiempo.
Porque este caos fascista producto de la incompetencia, la improvisación y de los diferentes gestores de crear alarma, espanto, sobresalto, forma parte del “método de empleo” de los neo-fascistas que se nutren precisamente de ponerles troncos al carro si no gobiernan ellos. In citan a jueces, legisladores, representantes, para impedir que un gobierno de izquierdas tenga soluciones a los problemas porque no se permiten una mejora social. A mayor decadencia y un símil de deterioro que siempre existe en una democracia, el fascismo encuentra su punto y se fortalece como ocurrió en los años 1933 con Hitler. Siempre han considerado que tener a un País en “gresca” - patrocinada por Franco - favorece sus intereses. Claro que para ellos, al menor caos, mayor presión. Es un dogma a seguir: Impedir el éxito, acierto y resoluciones de un gobierno democrático.
Uno, sigue pensando que una pandemia soportada por todos… ¿Que hubiera sido de todos nosotros gestada por un gobierno fascista? Aquellos que nos saquearon a cara descubierta. Los que apoyaron a Bancos dejando a la población sin recursos. Los que nos privaron de Sanidad, Educación y mermaron la hucha de las pensiones. Ahora dicen que representan un Partido Político que llene de honradez y grandeza nuestro País a sabiendas que llevan el mismo collar que dejaron los que antes gobernaban. Recuerdo algunas sentencias de personajes que ya pasaron a la historia como Bertolt Brecht, “Estar contra el fascismo sin estar en contra del capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del cordero y oponerse a su sacrificio” Sandro Pertini, “El fascismo es la antítesis de la fe política porque oprime a todos aquellos que piensan de forma diversa” Buenaventura Durruti, “Ningún Gobierno lucha contra el fascismo. Cuando la burguesía ve que el poder se les escapa de las manos, alzan el fascismo para mantener sus privilegios” Winston Churchill, “Los fascistas del futuro se llamaran a si mismo antifascistas” Miguel de Unamuno, “El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando”
Y es que esta nostálgica ola de fascismo que corrompe nuestra sociedad no es nueva: Basta una ideología de dudosa tendencia para acogerse a un gremio ideológico que haga de sus despropósitos su fuerza; la sinrazón como arma a esgrimir y un compendio totalitario cuyas leyes recabadas desde el siglo XVI es eliminar pensamientos en contra. Son técnicos en sembrar el caos, la anarquía favorable a sus intereses e ilegalizar democracias cuando ellos no están en el poder. Esparcen el odio, el rencor, la revancha…, precisamente en un Estado democrático que le permite arengas y proclamas en contra del mismo Estado. Solo faltaba una pandemia que asola el País y aprovecharla en constantes críticas, inventivas y ataques al Gobierno Constitucional para que la derecha y ultraderecha xenófoba intente implantar su dictadura personal e ideológica destruyendo la voz del pueblo para así instituir su doctrina totalitaria, dominante y tiránica sostenida a través de un sistema oligárquico.
Creo que la lucha en contra del fascismo no es la simple discusión sino desmantelarlo ante de su total implantación ya que adquieren más fuerza a través de grupos afligidos apuntando sus miras hacia los resortes democráticos, progresistas y fuerzas de la Izquierda de este País. Hay que hacer un esfuerzo para desterrarlos dejándoles sin votos y presencia. (Curioso que el fascismo esté presente en un Congreso democrático cuando ese gremio está en contra de esa democracia) Es lo que tenemos que considerar ya que al fascismo no se le discute…, se le destruye y más cuando ya asoman la cabeza como parte del poder.
Juan Marcelo
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