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La aplicación de las medidas de cierre o apertura de municipios y de la actividad no esencial que ha acordado el Gobierno de AndalucÃa ante los contagios de la tercera ola de la pandemia se ha convertido en una loterÃa.
Las dudas y el miedo con que Moreno Bonilla toma las medidas genera un sistema de aplicación de restricciones en AndalucÃa que es un auténtico sorteo y que se administra con una lentitud desesperante, ya que se tienen datos de incidencia diarios pero para la aplicación de medidas concretas dejan pasar muchos dÃas sin actuar.
Hasta el pasado miércoles, en la loterÃa de Moreno Bonilla los municipios podÃan enfrentarse a cuatro escenarios: pueblos cuyas medidas dependÃan de los datos que publicase la Junta de AndalucÃa todos los lunes y jueves; municipios que dependÃan de los datos de un viernes sà y otro no; pueblos que dependÃan de los datos de dos lunes al mes y municipios que dependÃan de los datos de dos jueves al mes.
Todo un lÃo y una auténtica ruleta para los ciudadanos, que tiene consecuencias sanitarias y económicas, además de hacer más difÃcil el trabajo para los cuerpos y fuerzas de seguridad, encargados de controlar el cumplimiento de las medidas.
La loterÃa de Moreno Bonilla no valora la situación de la pandemia todos los dÃas del mes en cada municipio, solo mira la situación de cada pueblo el dÃa que Moreno Bonilla ha decidido que le toca revisión. Si tu pueblo no tenÃa restricciones, le tocaba lunes y jueves; desde ahora, solo los jueves, salvo la primera vez, que ha sido en viernes, a pesar de que Moreno Bonilla dijo que se harÃa el dÃa anterior, demostrando que lo que el presidente del Gobierno andaluz dice puede ser o no. Un lÃo. Ese es el resumen del sistema ideado por la Junta de AndalucÃa deprisa y corriendo, tomando medidas con temor o en función de la reacción de la gente.
Esta loterÃa ha provocado que municipios que estaban en la misma situación, con una tasa de incidencia a 14 dÃas por encima de 500 o 1.000, a unos se les aplicaran medidas y a otros no, y viceversa, a municipios que estaban por debajo de 1.000 o 500 se les ha autorizado a salir de las medidas, pero a otros no.
Esta loterÃa tiene consecuencias. Las consecuencias sanitarias vienen de que las medidas se toman tarde, ya que se aplican pasados varios dÃas desde que se agrava la situación de un municipio. No se aplican inmediatamente. Con el cambio introducido en la loterÃa de Moreno desde el pasado miércoles, se tardará más aún en reaccionar, hasta una semana. Sanitariamente, esta tercera ola, en un mes, ha dejado más de 17.000 contagios en AlmerÃa, 1.000 hospitalizados, más de 100 personas en UCI y más de 200 muertos. Esas son las consecuencias sanitarias, a lo que hay que añadir las que provoca el sufrimiento.
Las consecuencias económicas son el daño patrimonial, el perjuicio económico de tratar de manera diferente a los pueblos, sus vecinos y sus negocios, pese a tener los mismos datos, por encima o por debajo de la tasa 500 o 1.000.
La aplicación de medidas o su levantamiento es una decisión muy complicada y relevante. Nunca puede ser una loterÃa: debe ser una decisión rigurosa, precisa y rápida, justo todo lo que le falta a la loterÃa de Moreno Bonilla.
Tras un mes con este sistema tan poco eficaz, lento e injusto, ahora las medidas serán más lentas todavÃa a la hora de aplicarse. Los cierres o aperturas de pueblos y negocios se harán los fines de semana, dependiendo de lo que pase solamente los jueves en la loterÃa en la que Moreno Bonilla ha convertido su gestión de la pandemia. Buena suerte.
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