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TenÃa verdadera fijación mi profesor favorito, Cojonciano Ceropelotéz en su frase preferida para cada alumno nuevo que llegaba, “La peor idea de escribir sin ejecución, no sirve para nada, aunque después de escribirla…, te ejecuten” SolÃa decir también en confidencia con otros profesores que hubo un Dios no muy conforme con haber confeccionado y moldear la imagen de sus semejantes y que no contento con ello, les mando un diluvio viendo la estirpe que ha creado.
Es muy grave dividir, - como escribà hace tiempo – fragmentar la democracia en porciones, fraccionarla o dosificarla…, buscarle un sistema paralelo sin que se note mucho; algo asà como que acudes a las tres del mañana borracho a casa y que la parienta te espere en el salón con el rodillo de amasar y visibles rulos en su cabeza.
Es comprometido y delicado mutilar esa democracia según intereses.
Una gran parte del pueblo no puede vivir bajo el silencio para que a la otra parte le suponga rentabilidad. No puede permitir que su voz sea administrada. Que se le fiscalice la opinión bajo la amenaza de una Ley Mordaza (Condenada por la Unión Europea) que hace que la libertad - amparada en la Constitución sea ficticia, artificial o fingida sustituyendo el derecho a nuestra protección por palos y porras.
Que esa mayorÃa de ciudadanos forzados a la elipse silenciosa, impidan los abusos de poder y levanten barreras ante las embestidas e injusticias que atenta contra la Democracia Real que no permite que den más poder y decisión al ciudadano y dejarnos de frases hirientes, tensión polÃtica, insultos y amenazas entre aquellos que tienen el deber y obligación de representar.
Una ultraderecha agazapada nutriéndose y jaleando cualquier desorden social que se produzca exponiendo asà su proyecto polÃtico Una arcaica derechona intentando derribar a un legÃtimo gobierno para tapar toda la corrupción que ha generado cuando gobernaban y cuatro que quedan de una formación anaranjada que no se resignan a ser testimonial. Todos estos, cuando hablan de democracia, se les amplÃa la sonrisa a los jerarcas y los predisponen a que nada ha cambiado y nada cambie.
Hay que hacer que la palabra Democracia no se utilice a la ligera. Es necesario afianzar una regeneración de la misma para que todos nademos, pero también que todos guardemos la ropa para prevenirnos de que alguien intente dejarnos desnudos. Exigir transparencia y prestigio a todo aquel que se acerque a la polÃtica con fines democráticos. Alejar a aquellos que la han utilizado por el método dictatorial/despótico y que nuevas mentes de jóvenes preparados la apliquen en plenitud. Hacer prevalecer una democracia de lÃnea horizontal y terminar con el paralelismo que inunda y anega el sentir popular. Exterminar la arrogancia y la prepotencia de una mayorÃa de dirigentes subidos al tren de la corrupción y la podredumbre de los que antes nos han gobernado. Esos que coartaron cualquier atisbo de superación colectiva para que perdamos hasta la memoria. Aquellos que utilizan el malestar de la población para fortalecer y accionar la anarquÃa y dar poder a galones y estrellas Los traidores de la democracia viviendo y prostituyéndola a costa de ella donde hasta les dan voz y voto.
Tenemos derecho a soñar con una democracia para todos donde la “guarderÃa” se revolucione y empecemos a ilusionarnos con un mundo mejor que crea, pero no destruye y una justicia renovable que aleje a dinosaurios togados cuyos sudarios huelen aun en dÃa a alcanfor y que son precursores en las ideas de una momia que todavÃa la tienen latente…, los despojos de esa momia en que todavÃa no han logrado despojarse y nunca han recurrido al efecto placebo para tratar de curarse.
Vivir en democracia dignamente, es vivir en libertad; un clamor que, sin duda, todavÃa es posible escucharlos de otros cuerpos que yacen en nuestras cunetas lamentando no haber sido escuchado en su tiempo.
Juan Marcelo
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