...los varones holandeses suelen medir 1,76 metros de altura de promedio mientras sus féminas pueden alcanzar los 1,69 metros pero puede de nuevo congraciarte y exponer tus valores del “soy español” porque esos holandeses, en el siglo XIX, eran los más bajitos de Europa |
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Aburrido en un tarde de verano donde la añorada oscuridad se niega a aparecer para irme a la cama después de que esta mañana me diera el cotidiano “garbeo” con mi perrillo, Nicolás Marcelo, y la habitual tarde que se me presenta de hastío y fastidio, opto por llamar a mi amiga, Exuberancia de Ubres, reportera del magazín mensual, “La tentación vive abajo” y responsable de su nueva sección, “Entre piernas está el reto” para preguntarle - erudita en temas sociales europeos - si conoce a tantas gentes que viven a costa de sus cuentos y encima condicionar a gentes que la ven a creerlos como si un chuloputa calvo en horas bajas o una mujer de oscuro y lóbrego pasado pueda influir en nuestras vidas dejando en horas bajas las vidas de los que siguen viviendo a cuerpo de rey para que influyan en nuestros conocimientos para hacerlos patente y enriquecernos con la vida de esos sátrapas de la vida social.
Sobre todo, contando los avatares de sus miserias y desventuras: Sus fracasos, amoríos, tentativas, romances, que pone en jaque la cordura de quien contempla tales “detalles” para que la audiencia no decaiga. El motivo, querida amiga, es que mi regadera me ha informado que la antigua Neederland, otrora Holanda – la de siempre – pase a llamarse Países Bajos, sus habitantes tienen más estatura corporal que nosotros. Nosotros, que nos creíamos los reyes del ático, ahora resulta que un País en que les sube el nivel del mar cada año varios centímetros y anega sus tierras, alargan su figura en previsión no ya de estudiar su engorrosa gramática sino de aprender a nadar lo antes posible y que el agua no les cubra.
-Es mi deseo – me alecciona y previene Exuberancia por aquello del entendimiento fácil exhibiendo la coletilla final de “que a ti te cuesta poseer mucha luces para el entendimiento” – es que datos constatado por estudiosos de la Universidad de Villanueva del Trabuco, confirman que los varones holandeses suelen medir 1,76 metros de altura de promedio mientras sus féminas pueden alcanzar los 1,69 metros pero puede de nuevo congraciarte y exponer tus valores del “soy español” porque esos holandeses, en el siglo XIX, eran los más bajitos de Europa, quizás porque no preveían que a la larga, iban a depender de un flotador.
-Las razones que – indago en insisto – puede ser que…
-…las razones – me corta y sube la voz – es que, según el alto consumo de productos lácteos, así como la calidad de su sistema sanitario profundiza y favorece el bienestar social que constituye el crecer a lo alto y no lo ancho tipo Gaspar Zarrías que degluta quesos sin saber su procedencia motivo por lo cual no ha sido seleccionado en pértiga en los juegos de Tokio. Se puede contemplar en nuestra sociedad a un Pedro Sánchez con solomillo en boca o un Abascal no prescindiendo de un Jabugo. Es muy posible examinar en un exhaustivo proceso mental a un Alberto Garzón bendiciendo una coliflor, pero este País, tiene sus normas culinarias en la cual es muy difícil de prescindir, motivo por lo cual, el Máster Cheff es uno de los programas más seguido con sus viandas donde falta una cabra degustando los platos sin testificar el componente calorífico.
–En cuanto…
-…en cuanto a personajes que viven del cuento y exponen y relatan su vida a faltos de dignidad y decencia –seguimos con cabras y cabrones - no he visto programas más indignantes, vejatorios, humillantes y degradante en las televisiones extranjeras que en las televisiones españolas, - seguidos por españoles/as que han perdido la condición de ser los más altos – mendigando dos minutos de focos: Los que ajados y ya fastidioso por su hacinamiento, no se resignan a pasar desapercibidos e insisten en que se les recuerden aunque la mayoría no quieran recordarlos. Personajes que siempre tienen una novedad para subir su caché del recuerdo y ahora no les importa ser pasto de insidiosos personajes que viven a través de exponer su figura para sacarse de la chistera idas y venidas de aquellos que suspiran por no abandonar el “candelabro”. Existe también cierta dosis de amargura al ser cronista del A B C. Sánchez Dragó y sus “folletines” y un carajillo llamado Tik Tok.
(La España de la decadencia audiovisual y el italiano de Mediaset riéndose de todos los que contemplan dichos programas.)
Juan Marcelo
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