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Opinión - Almería - 29/05/2022

EL TIZÓN



La elaboración de un diamante, con tus cenizas incluidas, necesita una media de seis semanas dependiendo del volumen

Almería 24h
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Ha surgido en estos días un pensamiento que me hace dudar del sitio apropiado para que mis cenizas no sean pisoteadas por capuchinos fervorosos y es que resulta que una Empresa Suiza, por 4.000 euros, convierte mis cenizas en una preciosa/deliciosa gema lo cual le induce a uno a pensar que, embargado hasta las cejas en vida, una vez muerto, se me valora más y hasta pago mis deudas… y que debido a mi revalorización como cadáver queden saldadas. Lo malo es que aun envuelto en cenizas, me tendrán que soportar…, no olvidemos que un diamante es para siempre y algo lúgubre para que un ser querido se lo ponga al cuello como un amuleto equiparable a su equipo de Futbol preferido: ¡Qué bochorno! ¡Frito, y aun me erigen como amuleto…! ¡Qué sofoco viendo mis honorables restos pegando patadas a un balón!

Cierto que la cultura de empresas funerarias evoluciona y se exigen en cambiar hábitos y costumbres ancestrales. Innovaciones de última hora, empezaron por ponerle cara sonriente a un muerto camuflándole los rictus agónicos y se estancaron entrelazados las manos al cadáver en sentido de palmear las seguidillas, detalles no conforme con sus deudos que acuden a métodos alternativos y dar un sentido más digno y mucho respeto a sus seres queridos. (No olvidemos que los entierros tradicionales se quedan obsoletos para premiar la cremación) Hay un proceso de la firma alemana inventada por la patente suiza, Algordaza, que si adelgaza y que tiene en Alemania una gran mayoría de clientes que previenen que van a morir. Propugnan que el regalo más preciado en la vida, está en una joyería donde tu familiar, ya extinto, da un nuevo sentido a tu devoción y recuerdo. Esa incineración - hacen constar la Firma - tiene que ser a no más de 768 grados centígrados ya que superando ese valor calorífico, la joya es propensa a venderse en los mercadillos del Jueves en Carboneras ya que en una incineración normal, si supera mil grados que genera un excesivo C02 y que si te excedes, tus cenizas no encuentra clientes aunque el precio de los tomates, cebollas y pimientos compite hoy en día con el diamante y pueden superar el precio de su valor al tuyo como un extinto convertido en una joya.

Para que tus cenizas puedan hacer de ti una alhaja y encima sin enterarte, necesitan carbono puro que no lignito pardo, y por eso, es necesaria una incineración incompleta – “no gestada en un microondas” -, advierten a los profanos tentativos. Se necesita carbón amorfo antes de su procesamiento para convertirlo en diamante, todo ello, sin cuestionar las ideas políticas que tenías en vida aunque advierten que las risitas aviesas de la “granaína” Macarena Olona taponaría hasta una chimenea. Nos aleccionan la Empresa que un “cadáver muerto” después de convertirse en un tizón, tiene un peso final de dos kilos, aunque certifican que con medio kilo de cenizas es suficiente para rescatar de ti un diamante y hasta para soportar con estoica paciencia el tenebroso Regatón en el cuello o dedos de personas afines.

La elaboración de un diamante, con tus cenizas incluidas, necesita una media de seis semanas dependiendo del volumen; Frank Ripka, promotor de convertir cenizas en joyas, especifica que los restos son tratados por personas especializadas teniendo prohibido el soplar o toser y maquinas especificas a “presión” de extrema y altas temperatura como promedio significando/conformando que las cenizas recibidas, solo han sido de vuelta y vueltas sin exceso calorífico siguiendo un baremo “exquisitamente calculado”

Que los diamantes se producen de forma natural como si las cenizas de un difunto antes, “no eran tan naturales” Añade que “cuando más grande” ¿Grande, el qué…? más tiempo dura su producción y que la finalidad no se traduzca en una tenebrosa águila negra”

Aparte de no profesar y ser algo incrédulo en que mis cenizas llegue a infravalorarlas en el mercado Orfebre con la expectación que ello suscita de no considerarla bisutería y vayan a parar a un escaparate convertido en un diamante envidiable, Aldorgaza, empresa que puede reciclar mis cenizas y hacer un extenso catálogo de ellas, no garantiza el color ni su tonalidad final que puede ser; azulada con bífidos fraudulentos, verde como 29 países árabes, blanca tipo Puleva sin lactosa y dependiendo del boro que tenía yo en el cuerpo y no me darían tiempo a decir que el morado, es mi color preferido…

Es tendenciosa la propuesta ya que cuando me “quemen” no necesitaran mucho gas ya que me he pasado la vida muy quemada. Son conjeturas que me planteo “algo ardiendo” por gentes que no les concuerda mi buena voluntad y me implican en la sinrazón.

En fin; si paseáis por la preciosa calle Sorbas de Carboneras y veáis un diamante destellante en sus joyerías, ya sabéis que puedo ser yo: Cuando observéis atónitos que no desprendo ningún fulgor, puedo ser yo…, pero exiguo de boro. Mi profesor favorito, Cojonciano Ceropelotéz, nos decía que “Ironizar con la muerte; ella lo agradece: Está cansada que la maldigan” Deduzco y hasta aseguro que a mí me encontrareis en un puesto de quincallas fuera del Mercado de Valores.

Juan Marcelo



Mi Amigo el Perro. Para los que de verdad aman a nuestras mascotas


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