Una carcajada continua desde el primer hasta el último minuto. Así fue el espectáculo de los monologuistas Nacho García y Pepe Céspedes que anoche llenó el Teatro Apolo de Almería.
No quedó ni un asiento libre para recibir a estos dos grandes monologuistas. Nacho García, conocido por participar en programas como ‘Caiga quien caiga’, salió al escenario con aires de niño tímido, alagando al público de Almería, de forma que rápidamente se ganó el aplauso de todos los asistentes. Un monólogo basado, sobre todo, en la relación de los hombres con las mujeres, cargado de chistes ‘malos’ a cuál de ellos más desternillante, que causó las carcajadas de todos los almerienses que acudieron al espectáculo.
Por otro lado, el Ego Sport Center, ‘Exodus’, o lo salida masificada de muchos almerienses del país debido a la crisis tuvieron su espacio en el monólogo de Pepe Céspedes. Una multitud de momentos, que hicieron balance del año 2013, con un marcado tono almeriense que configuraron su actuación.
La Almería más típica, exagerada en este personaje ‘100% almeriense’, se vio reflejada desde el acento típico más sobreexpuesto hasta las vivencias de los almerienses, las situaciones que todos hemos vivido o contado alguna vez y los lugares, momentos del año o ‘latiguillos’ que nos acompañan de continuo.
El lenguaje desinhibido y muy acentuado en lo almeriense puso el resto, para configurar un ‘ratico’ en el que fue complicado parar de reír, tal y como pudo atestiguar el público asistente al espectáculo de ayer, que prácticamente no cesó en una continua carcajada desde el inicio hasta el final.
Además, ‘Cómicos Fin de Año’ no contó únicamente con las actuaciones de estos dos magníficos monologuistas, sino que también fue amenizado por el cómico ‘El Najar’, encargado de presentar tanto el espectáculo como las actuaciones, y por el trío Teddy Boys que, entre monólogo y monólogo, interpretaron canciones míticas, versionadas a su estilo, como ‘Gloria’, ‘Te quiero mucho’ o ‘Y.M.C.A’, con las que también consiguieron animar a un público totalmente entregado y que siguieron con palmas el ritmo de la música.
|
