Uno de los elementos naturales más importantes de Carboneras, sino el que más, es el río Alías. Ese gran desconocido para muchos carboneros pero imprescindible y vital para las Barriadas de Carboneras. Desde hace unos años está herido de muerte y alguien debería dar explicaciones. Los más viejos del lugar, desde Gafares hasta su desembocadura en la Playa de El Algarrobico, claman por él
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Comprometido con mi pueblo, quiero aprovechar la oportunidad que me brindan las redes sociales para acercar a mis conciudadanos las investigaciones que estoy llevando a cabo con motivo de la próxima edición de un nuevo libro sobre Carboneras. En él, no solo abordaré la riqueza patrimonial de nuestro término municipal y su desarrollo actual, sino que también intentaré ser el altavoz de muchos vecinos de nuestras barriadas que claman por su subsistencia.
El río Alías es el único río del Parque Natural Cabo de Gata – Nijar. Nace en la confluencia de la Rambla de los Feos con la Rambla de la Lucainena, en el límite de los términos municipales de Lucainena de las Torres y Sorbas y desemboca en la zona de El Algarrobico después de recorrer todo nuestro municipio.
Ha sido testigo a lo largo de miles de años de la actividad de los primeros carboneros – cuando aún no teníamos ese gentilicio – y encierra unos tesoros que las distintas administraciones, comenzando por nuestro Ayuntamiento, deberían esforzarse más para ponerlos en valor y darlos a conocer a sus ciudadanos, además de restaurarlos y, en algunos casos, trabajar para su supervivencia.
El río Alías ha sido la fuente, a lo largo de los años, del agua de nuestra agricultura y de la fuerza motriz de nuestros molinos hidráulicos. Su cauce está jalonado de molinos harineros de origen árabe, algunos milenarios, y de “cortas” que han permitido la vida y el progreso de muchos de nuestros convecinos de las distintas barriadas. Alguna de ellas, como la de La Tajea, permitió que estas aguas llegaran hasta los grifos del núcleo principal, Carboneras.
Sin embargo, en los últimos años, el río Alías parece muerto. Y a ello no sólo ha contribuido la escasez de las lluvias. Un río es como un ser vivo. Nace, crece, se desarrolla y muere. Pero justamente en el punto donde entra el río en Carboneras, en la confluencia de éste con la Rambla del Royo, se le hirió de muerte. Precisamente para dar solución a un problema del agua en el Campo de Nijar se ha creado un gran
problema para nuestras barriadas. El Ministerio de Medio Ambiente canalizó el agua de la desaladora de Carboneras hasta el Campo de Nijar haciendo una herida de muerte en el río más importante del Parque Natural, dañando irremediablemente a todas las cortijadas que se beneficiaban de sus aguas. Hoy nuestro campo es un sequeral y sus almendros, algarrobos e higueras aparecen como siluetas flotando en el horizonte. Secos y desapareciendo. En ese punto del río, se realizó una gran zanja cavada hasta el propio lecho para dar cabida a un gran conducto de hormigón de más de dos metros de diámetro, cubierto con toneladas del mismo material, con lo que el cauce subterráneo quedó totalmente ciego, imposibilitando además, alimentar los numerosos manantiales que daban vida a tierras, animales y personas. Hoy todos los vecinos claman esta injusticia y piden a los responsables que se dé solución a uno de los mayores problemas de nuestras barriadas. Hay que recordar que las aguas del río transcurren superficialmente – se les denomina “aguas sucias” – y de forma subterránea, alimentando como hemos dicho anteriormente fuentes y manantiales.
Nuestro río Alías presenta, además, una estampa desoladora. Sucio, cubierto de matorral y con evidente peligro para las personas, en caso de crecidas o fuertes lluvias. Precisamente, hechos denunciados por fuerzas políticas para que se tomen medidas antes de que se produzcan acontecimientos irremediables.
En definitiva, una situación a la que hay que poner remedio. Restituir para el pueblo lo que le pertenece y recuperar la vida de un río que ha dado su riqueza a lo largo de los años y que hoy contempla cómo se le abandona y no se le cuida. ¡Recuperemos el río Alías! ¡Conozcamos sus tesoros! ¡Conozcamos su aportación a los carboneros a lo largo de cientos de años! ¡Démosle vida!
Francisco Hernández Benzal
www.hernandezbenzal.es
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