La delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería, Sonia Ferrer, ha destacado la “fuerte implicación” de toda la comarca del Almanzora en la reeducación de jóvenes infractores en su visita hoy al centro de internamiento de menores “Tierras de Oria”, adscrito a la Consejería de Justicia e Interior. Este centro cuenta con los medios y recursos necesarios para la ejecución de cualquiera de las medidas judiciales de internamiento establecidas en vigente Ley de Responsabilidad Penal del Menor.
Durante su visita, Ferrer ha resaltado la importante inversión de la Junta, que anualmente destina más de 10 millones de euros a este centro, y a su labor de resocialización de estos jóvenes en estrecha colaboración con los ayuntamientos de la comarca en el impulso de los programas de inserción laboral de este complejo, que es fuente de empleo directo de un total de 200 trabajadores.
La delegada del Gobierno de la Junta ha manifestado durante su visita que “vale la pena, sin duda, el esfuerzo inversor de la Junta en sus políticas en materia de justicia juvenil encaminadas a reeducar y reinsertar a los menores infractores” y ha hecho referencia al último estudio de investigación que la Universidad de Almería ha elaborado para analizar el desarrollo de la Ley de la Responsabilidad Penal de los Menores en la comunidad, en el que se constata que el nivel de reinserción de menores infractores que finalizan la ejecución de alguna medida se ha incrementado en los últimos años, hasta alcanzar una tasa del 80 por ciento de jóvenes andaluces que no vuelve a reincidir.
Ferrer ha mantenido una reunión con el director del centro, Manuel Madrid y con el equipo directivo a quien ha reconocido su ‘magnífico trabajo’, así como la labor que desempeñan los profesionales de ‘Tierras de Oria’ y los funcionarios de la Administración Autonómica que se encargan de los programas de menores infractores.
La delegada del Gobierno ha realizado una visita a todas las instalaciones del centro de internamiento de menores, así como a los diversos talleres y módulos y ha acompañado a los menores, monitores y a los miembros del equipo directivo en la celebración del carnaval que ha tenido lugar hoy. Para este día lúdico, los internos, con sus monitores y en horas libres, han elaborado –con materiales reciclables- los distintos disfraces para las chirigotas que han competido por los primeros puestos.
El Centro de Internamiento de Menores Infractores, ubicado en el término municipal de Oria, está gestionado por la Asociación para la gestión de la integración social ‘Ginso’, cuya intervención se dirige a reconducir la actitud o conducta inadecuada hacia una conducta social correcta, aplicando estrategias y técnicas de intervención a varios niveles como son el educativo, formativo laboral, social, psicológico, terapéutico, médico o hábitos de vida normalizada, como salud, higiene, ocio, etc.
Para ello cuenta con un conjunto de programas de intervención y talleres educativos y de formación laboral propios y externos, que van desde la formación reglada, talleres propios, cursos de formación profesional para el empleo, programa de orientación e inserción sociolaboral o programas de intervención psicosocial. Asimismo, este centro trabaja con otra serie de programas específicos como es el destinado a menores con medidas de maltrato familiar o para menores imputados en delitos contra la libertad sexual, entre otros.
Los usuarios del centro son menores varones mayores de 14 años, sobre los que recae una medida judicial de internamiento, internamiento terapéutico por drogodependencias o terapéutico de salud mental y pueden estar en régimen abierto, semiabierto o cerrado. Tiene una capacidad para un total de 130 menores y 30 de las plazas son para internamiento terapéutico en deshabituación de tóxicos; 34 para terapéutico de salud mental y 66 de régimen general.
El Centro Terapéutico de Salud Mental del complejo cuenta con profesionales especializados que abordan de forma multidisciplinar la patología del menor, ofreciendo un tratamiento individualizado y ajustado a las necesidades de cada usuario y en el Centro Terapéutico para la Deshabituación de Tóxicos se sigue un programa que persigue motivar al Menor a abandonar los tóxicos y le facilita estrategias para mantener la abstinencia, además de potenciar hábitos de vida saludable.
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