El IES Carmen de Burgos de Huercal de Almería ha sido esta mañana escenario de un ejercicio de emergencia sanitaria sobre un supuesto caso de incendio. Un ejercicio organizado y coordinado desde el ayuntamiento local, a través de la Policía Local y voluntarios de Protección Civil de Huercal de Almería, en el que han participado Bomberos, Guardia Civil, 061, Cruz Roja, Sanur y ambulancias Quevedo.
Tras el inicio normal de la jornada escolar, diversas máquinas situadas en distintos puntos del interior del edificio principal del instituto Carmen de Burgos de Huercal de Almería han sido las encargadas de crear la ambientación propia de un incendio. Humo inocuo, a base de vapor de agua, que ha obligado al alumnado y profesorado a realizar la evacuación casi a ciegas, guiados por el tacto de las paredes de los pasillos hasta el exterior más próximo, según el plan de evacuación del centro.
A las 9’14 horas, el estallido de dos petardos ponía en marcha el operativo, activando la alarma del centro escolar y motivando la correspondiente llamada de ayuda de su director al 112, desde donde se coordina, en un caso real, a todos los cuerpos de seguridad, bomberos, sanitarios y voluntarios que intervendrán para solventar y llevar a buen puerto cualquier contingente de emergencia.
Desde el equipo de gobierno municipal huercalense consideran de vital importancia el que la ciudadanía, y en este caso especial los jóvenes, sean capaces de enfrentarse a una situación de riesgo real para su seguridad y la de aquellos que les rodean. Saber actuar en salvaguarda y mantener la calma son dos factores clave ante cualquier situación de emergencia, como la recreada esta mañana. Sin embargo, se ha cuidado el que ello no supusiera una alarma fuera del recinto escolar, creando situaciones de pánico, ansiedad y preocupación entre los familiares del alumnado, que informados sobre la realización del ejercicio de manera previa han debido autorizar a sus hijos/as para la participación en el simulacro.
Una vez activada la alarma la reacción ha sido rápida y en apenas una hora el ejercicio estaba concluido y los heridos, una decena de alumnos voluntarios caracterizados que han tenido que ser “rescatados” aquejados de quemaduras, traumatismos o inhalación de humo, habían sido debidamente atendidos, en función de las características y gravedad, y evacuados en ambulancia. Además de estos casos, figurados, los servicios sanitarios han tenido que atender a una alumna por una crisis de ansiedad; su padecimiento de asma y los nervios de la escenificación han jugado una mala pasada a esta joven que ha sido rápidamente atendida sin que le problema supusiera más que un mal rato para ella.
Ahora, solo resta hacer balance y valorar las posibles carencias o defectos que se hayan podido observar durante la ejecución del simulacro al objeto de buscarles solución de cara a una posible situación de emergencia real. Un balance que en los próximos días se llevará a cabo en la reunión prevista entre bomberos y cuerpos de seguridad y emergencias sanitarias participantes en el ejercicio.
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