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La localidad almeriense de Ohanes ha acogido hoy la representación de la obra ‘Las Mujeres de Alhabia’, puesta en escena por el Grupo de Teatro de Alhabia. Esta actividad está impulsada por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) y supone el inicio de una gira que llevará este espectáculo teatral por distintos municipios de la provincia.
Tras la representación en Ohanes, ‘Las Mujeres de Alhabia’ podrá verse en las próximas semanas en las localidades de Vélez-Blanco y Serón. La coordinadora provincial del IAM, Francisca Serrano, explica que “se va a llevar esta obra a varios puntos de la provincia, con el ánimo de que las mujeres del ámbito rural se reconozcan en ella y les sirva para reflexionar acerca de la importancia de su participación en nuestra sociedad”.
Para Serrano, “las mujeres cumplen una importantísima labor en el mundo rural, donde son un elemento vital para el desarrollo de la economía, la cohesión social o el mantenimiento de la población en el territorio; por ello, el IAM trata de acercar sus recursos a los núcleos rurales de la provincia, tanto a través del trabajo desarrollado por los Centros Municipales de Información a la Mujer, como mediante iniciativas formativas, informativas o culturales, como en este caso”.
El Grupo de Teatro Alhabia nació en enero de 2011, a raíz de un proyecto impulsado por el área de Cultura del Ayuntamiento de Alhabia y la Asociación de Mujeres Al-habis del municipio. El grupo cuenta con ocho actores y actrices, así como un equipo encargado de la escenografía, la iluminación y el sonido, el vestuario o la caracterización, hasta alcanzar los 25 componentes. Han actuado en distintos municipios de la provincia, así como en el Festival de Teatro Aficionado de la Alpujarra.
‘Las Mujeres de Alhabia’ ha podido verse ya en localidades como Bentarique, Terque, Huécija, La Mojonera y en la propia localidad de origen del grupo. La obra traslada a los espectadores al período comprendido entre las décadas de los años 40 y 60 del pasado siglo XX, en las que numerosas personas de Alhabia se vieron obligadas a emigrar en busca de trabajo y mejores condiciones de vida para sus familias.
En esta época las cartas constituían el único método de comunicación entre los emigrantes y quienes se quedaban en sus pueblos. A través de ellas, el protagonista de la historia va reconstruyendo la vida en su lugar de origen. La obra se centra en mostrar la importante labor realizada por las mujeres del municipio, que ante la emigración de los varones se vieron obligadas a suplir su ausencia, manteniendo viva la esencia del pueblo y trabajando activamente en distintos sectores productivos.
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