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Almería es tierra de vinos: prácticamente en todas sus comarcas hay bodegas con excelentes caldos y una excelente oferta para practicar el enoturismo. En el Valle del Almanzora y la Sierra de los Filabres encontramos varias opciones para realizar visitas guiadas y catas en bodegas de la zona. Estas iniciativas cada vez más populares permiten conocer más de cerca el sector vitivinícola, descubrir hermosos parajes almerienses y degustar sus más selectos vinos.
Javier Aureliano García, Vicepresidente de la Diputación de Almería y Diputado de Turismo, ha destacado que “es un orgullo pertenecer a una tierra que genera productos de tan alta calidad como los vinos del Almanzora o los Filabres. Sin duda, los viñedos y bodegas de esta zona son además un importante punto de interés cultural para todos los visitantes que recibimos en Almería y un referente del enoturismo en España”.
La provincia de Almería cuenta con cinco Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) de vino y dos de ellas se encuentran entre la comarca del Almanzora y Tabernas. Éstas son las IGP Vino de la Tierra ‘Desierto de Almería’ y Vino de la Tierra ‘Sierras de Las Estancias y Los Filabres’. Estos indicadores de calidad son previos a recibir la Denominación de Origen, el distintivo más alto que un vino puede alcanzar.
Precisamente en las Bodegas Alto Almanzora, situadas en el Paraje El Marchalillo de Lúcar, no sólo cuentan con la IGP ‘Sierras de Las Estancias y Los Filabres’ desde 2011, sino que muestran orgullosos el trabajo que hacen a todo aquel que quiera visitarlos. Desde su página de Facebook anuncian su disponibilidad, de lunes a viernes, mañana y tarde, para recibir a visitantes, curiosos y amantes del buen beber. Las Bodegas Alto Almanzora, cuya imagen y etiquetas presumen del legado prehistórico de la comarca al mostrar una pintura rupestre, disponen de una tecnología vanguardista, enólogos de prestigio y unos viñedos, clima y altitud excepcionales.
Ya en plena Sierra de los Filabres, en el centro de la provincia de Almería y escondida entre la belleza de sus pueblos con típicas casas de piedras y calles estrechas, encontramos las Bodegas Perfer, en Uleila del Campo. Estas bodegas cuentan con 30 hectáreas cultivadas y dan la oportunidad a sus visitantes de aprender mucho en lo que ellos mismos definen como “un autentico paraíso para los amantes del vino, donde tradición y modernidad se dan la mano, formando una mezcla exquisita”.
Bodegas Perfer ha creado un club de la barrica, donde al asociado se le hace sentir participe de la bodega entregándosele una llave para disponer de las instalaciones cuando él desee y degustar así sus propios vinos, acompañado de las recetas gastronómicas de la zona. Estas bodegas del desierto de Almería ofrecen muchas otras ventajas a la calidad excepcional de sus vinos: restaurante, visitas a la bodega, cursos de cata, alquiler de cabañas dentro de sus viñedos o degustación de embutidos artesanos.
También bajo la distinción de IGP ‘Desierto de Almería’ trabajan desde 1970 las Bodegas Agrosol, situadas en la finca Los Rubiales de Lucainena de las Torres, a tan sólo 25 kilómetros del mar. Sus viñedos se extienden por más de un centenar de hectáreas, en pleno desierto de Almería, lo que produce un vino muy especial por las singularidades climatológicas de la zona y por su terreno de cultivo. Las bodegas alcanzan casi los 4.000 metros cuadrados de superficie y están dotadas de la más avanzada tecnología. Con una exportación al extranjero del 40% de su producción, las Bodegas Agrosol son un referente dentro de la provincia.
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