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Carmen María González, Candidata por el PA a las elecciones europeas
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Todos hemos oído como importantes economistas y políticos que han tenido o pueden llegar a gobernar, por estar en la cúpula de los dos grandes partidos, nos hablan una y otra vez del “Modelo Alemán” poniéndolo como ejemplo y panacea del sistema económico-laboral, pero en realidad no nos cuentan en qué consiste exactamente ese milagroso modelo.
Con la reunificación de las dos Alemania ocurrida hace más de veinte años, por lo que a muchos jóvenes españoles les suena a historia rancia o simplemente no les suena, Europa veía a Alemania como el principal peligro económico, las inyecciones de fondos hacia la antigua Alemania Oriental y la asunción de un país prácticamente en la ruina sin necesidad de un proceso de convergencia, convirtieron a ese nuevo país en un peligro económico para el resto de Europa.
En el año 2003 el Canciller Gerhard Schröder reunió un grupo de expertos presididos por Peter Hartz y crearon la llamada Agenda 2010, también conocida como “reformas Hartz”, Jefe de Personal de la multinacional Volkswagen condenado en 2007 a dos años de cárcel por, entre otras cosas, sobornar al comité de empresa con viajes a Brasil, visita al puticlub incluida, pagados por la empresa, todo un ejemplo.
Pues esa reforma laboral lo que ha conseguido es que haya 7,5 millones de personas en Alemania con trabajos en los que ganan menos de 400 euros al mes, incluidos trabajos a euro la hora y sin contribuciones sociales, en estos años han logrado triplicar el número de bancos de alimentos y que más del 16% de la población se encuentre en riesgo de pobreza. La brecha social creada por este tipo de medidas es intolerable.
¿Cómo es posible entonces que la economía alemana esté tan fuerte? Pues no precisamente gracias a los sectores financieros ni bancarios, si no gracias a la industria tradicional, fuertemente regulada, con altos costes sociales y laborales y una gran implantación sindical, en la que las empresas pagan unos impuestos relativamente altos.
La industria alemana no ha deslocalizado la mano de obra, ha seguido basándose en los sectores industriales tradicionales en los que han logrado tener un fuerte liderazgo en el mercado mundial. El sector servicios se ha articulado en torno a la industria, en lugar de tomar la iniciativa económica del país, como quieren hacer en España.
¿Qué ha pasado con la economía alemana' Pues que ha resistido todos los embates financieros externos e internos, e incluso a unos políticos que unas veces han estado más acertados y otras menos, pero esto ha sido a costa de una brecha social que es el reto al que ahora se tienen que enfrentar.
¿Qué sucede mientras tanto en España? Pues que nos quieren convencer de que el sector financiero es el más importante a la hora de salir de la crisis, que la industria ha de estar supeditada a la economía y que la deslocalización es la solución, que la única forma de competencia es tener un mercado laboral barato y basarnos sobre todo en el sector servicios que obtiene buenos resultados, gracias a esos trabajadores de la industria alemana que vienen a pasar aquí sus vacaciones. En Almería se han ofrecido paquetes desde 40 euros por persona y día en hoteles de cuatro estrellas y pensión completa, en plena temporada alta, porque la mayoría en invierno están cerrados, esto se consigue con los sueldos y las condiciones laborales que se pueden imaginar.
Desde el Partido Andalucista de Almería no queremos que nos sigan convirtiendo en los camareros a tiempo parcial de Europa, no queremos ser la mano de obra barata que se exporta a los países ricos cuando la necesitan y sólo por el tiempo que la necesitan, queremos la implantación de una industria regulada y sostenible con condiciones laborales dignas, para lograr disminuir la brecha social, en lugar de aumentarla.
Vota Partido Andalucista, para DEFENDER ANDALUCÍA.
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