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CONCENTRACIÓN
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PORTADA BOLETIN 2013-DICIEMBRE
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Ante la polémica aparecida estos días sobre los problemas causados por los mosquitos en diversas zonas de Almería capital, desde ACH queremos realizar algunas aportaciones a este interesante debate.
Ante todo, hay que decir que las molestias de los mosquitos no solo las sufren los vecinos de la capital, sino también los del Bajo Andarax desde hace varios años. Recordar que el pasado mes de septiembre de 2013, desde ACH se convocó una concentración vecinal en el cauce del río Andarax a la altura del puente antiguo hacia Viator, respondiendo a las continuas quejas de numerosos conciudadanos.
Pero, ¿dónde está el origen de la enorme cantidad de mosquitos que padecemos en nuestras calles y también en nuestras casas? Desde ACH denunciamos públicamente desde hace bastante tiempo los vertidos de las aguas residuales, sin depurar ni tratar de ningún modo, de los municipios del Bajo Andarax al cauce del río.
Y, ¿quién tiene que depurar esas agua y no lo está haciendo? Pues, desde principios de 2010, es la Mancomunidad del Bajo Andarax la que asumió las competencias del Ciclo Integral del Agua en nuestra comarca, que antes eran de los ayuntamientos. Pero la Mancomunidad cedió el servicio a la empresa AQUALIA por 25 años y las depuradoras municipales dejaron de funcionar y se vertieron directamente las aguas sucias al río. Ello ha dado lugar a la creación de una corriente permanente que se incrementa en los meses de más calor.
¿Qué hace la Consejería de Medio Ambiente? Nos cuentan que cada año sanciona por los vertidos al río. ¿Cuánto? No lo sabemos. ¿Para qué? Eso sí lo sabemos: para cubrir el expediente.
Teóricamente este problema no debería existir si se hubiese cumplido el Convenio firmado por la Junta, el Ayuntamiento de Almería y la Mancomunidad del Bajo Andarax de hace varios años, por el que las aguas residuales de los 7 pueblos se deberían llevar a la Estación Depuradora de El Bobar. Pero los continuos retrasos en la tramitación del proyecto (Junta y Ayuntamiento de la capital) nos han llevado a la situación actual.
En definitiva, nos encontramos con que:
Primero, las diversas instituciones han incumplido los plazos de las obras, también han mirado para otro lado y no han exigido el funcionamiento de las depuradoras municipales y, por último, no han defendido a los vecinos como debieran.
Segundo, los partidos políticos se dedican al reproche de unos contra otros, como si alguno estuviese libre de culpa.
Tercero, la empresa AQUALIA lleva cobrando casi 4 años por un servicio que no presta con el beneplácito de la Junta (PSOE e IU) y de la Mancomunidad del Bajo Andarax (PP).
Y, cuarto, los usuarios y vecinos del Bajo Andarax pagamos religiosamente por un servicio que no solo no se nos está dando, sino que está provocando un problema medioambiental y sanitario.
¡Que alguien saque conclusiones!
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