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Foto Archivo
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La iniciativa de los Huertos Urbanos puesta en marcha por el ayuntamiento de Huércal de Almería, que ya se encuentra a pleno rendimiento con todas sus parcelas cedidas a sus correspondientes peticionarios, la mayoría de ellos vecinos/as en situación de desempleo y algunos jubilados, ha supuesto una increíble inyección de ilusión para afrontar el día a día.
La pasada semana, el ayuntamiento huercalense entregaba las últimas trece parcelas pendientes de concesión que en estos pocos días han experimentado un cambio sustancial, encontrándonos con algunas ya sembradas y plantadas, aunque la mayoría están recibiendo aún los cuidados previos que precisa la tierra para obtener de ella el máximo beneficio.
En este sentido, la ayuda municipal está siendo “un apoyo inestimable”, según palabras de los propios adjudicatarios. Tras el arranque, con la instalación de las tomas de agua por parcela, operarios del área de servicios municipales enseñaron a los nuevos adjudicatarios el correcto uso de la “mulilla” que el consistorio les ha prestado para el primer arado en profundidad de la tierra, además del abono y los plantones, que algunos ya han comenzado sembrar, entre los que hay sandias, berenjenas o pimientos.
Para Francisco Soriano, uno de los desempleados cuya familia es adjudicataria de una de estas parcelas, la iniciativa municipal ha supuesto un importante cambio en su vida. Parado de larga duración y conocedor y amante de la tierra, esta nueva ocupación ha supuesto reencontrar la ilusión por el trabajo diario. Una inyección de autoestima, ilusión y liberación de estrés que, cuando empiece a producir frutos supondrá además una sustancial ayuda para su economía diaria. A Soriano le ha faltado tiempo para expresar su gratitud al consistorio local por la puesta en marcha de esta iniciativa con la que afirma estar “encantado”, así como con el “primer empujón para ayudarnos a su puesta en marcha”. Obviamente, para Francisco, como para el resto de personas que en la actualidad padecen la falta de empleo, encontrar un trabajo remunerado sería la solución a sus problemas, pero afirma que los Huertos Urbanos suponen una “ayuda inestimable” en este duro trance de su vida personal y familiar.
Esta misma ilusión, aunque con una situación personal totalmente diferente, la irradian los adjudicatarios en situación de jubilación, como es el caso de Manuel y Andrés Martínez, de los primeros en labrar y acondicionar sus parcelas, en las que ya podemos ver distribuidas las cebollas, berenjenas, pimientos y sandias, que ahora completarán con sus propias semillas de rábanos, a los que ambos son muy aficionados.
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