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Carlos Sanchez muestra el aislamiento acustico del mercado los angeles
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El Ayuntamiento de Almería, a través del Área de Salud y Consumo, ha concluido ya los trabajos de insonorización de la máquina de refrigeración ubicada en el Mercado municipal de Los Ángeles, lo que ha supuesto una inversión de 8.000 euros.
El concejal del Área, Carlos Sánchez, ha visitado las instalaciones y ha explicado que “en este Mercado existía un problema con las cámaras frigoríficas, ya que había una emisión constante de ruidos que afectaban tanto al interior de las instalaciones de administración del Mercado como a los vecinos de los edificios colindantes”.
Por este motivo, se ha hecho una acción integral de insonorización y colocación de unos silenciadores que ha logrado acabar con los ruidos, tanto en la zona de trabajo “como en los edificios de las inmediaciones que padecían estos ruidos, principalmente durante la madrugada, y que les impedían descansar”, ha apuntado Sánchez.
Fue la propia Asociación de Vecinos del barrio la que solicitó una reunión con el edil de Salud y Consumo para plantearle el problema “y en cuanto tuvimos conocimiento de la situación hemos buscado la mejor solución para acabar con estos ruidos”, ha indicado Carlos Sánchez.
El edil ha aprovechado la visita al Mercado para adelantar que durante las próximas semanas se llevarán a cabo otras mejoras en el interior del mismo, como, por ejemplo, la reparación de las puertas automáticas de todas las entradas y salidas.
Hay que recordar que el Ayuntamiento de Almería, a través del Área de Fomento y Servicios Ciudadanos, ha realizado recientemente otra inversión de 60.000 euros en el entorno del Mercado en unos trabajos que han consistido en la reparación de la escalinata de acceso al inmueble, así como el arreglo de desperfectos en varios tramos del pavimento y también del acerado del entorno.
Por otro lado, una de las actuaciones más importantes tuvo lugar en la superficie destinada a la compactadora de la recogida de residuos del Mercado, que se saneó y se dotó de un imbornal con capacidad suficiente para recoger toda el agua de baldeo que utilizan los operarios de limpieza, acabando así con los charcos que se formaban hasta ahora.
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