El libro, que acaba de aparecer en el mercado, lo ha publicado la editorial almeriense Círculo Rojo, tiene más de 500 páginas y una importante colección de fotografías de muchos autores locales.
- ¿Por qué escribir este libro sobre la actualidad de tu pueblo?
Mis dos publicaciones, la de la historia de Carboneras y ahora la de su actualidad, son un merecido agradecimiento a mi pueblo por el enorme cariño que me ha dispensado a lo largo de mis más de 35 años de docencia. También porque reconozco que hay muchos aspectos de nuestro municipio y sus personas que merecen ser puestos en valor y en otros casos darles la importancia que se merecen.
- ¿Qué objetivos se ha marcado en este libro?
Al principio, sólo pretendía el ofrecer “un retrato” estático de la situación actual de nuestro pueblo. Y así comencé a escribirlo. Era un libro eminentemente descriptivo. Pero inmediatamente cambió el rumbo de la literatura al interactuar con las personas. Era absolutamente necesario hablar con ellas. Con los habitantes de nuestras pedanías, con los responsables de los sectores productivos, con el pueblo. Y en ese momento te sientes impregnado de sus vivencias, de sus valores, de lo que valoran pero también de sus problemáticas y de cómo ven las propias soluciones a sus carencias. En ese sentido, el libro pretende dos objetivos básicos: primero, informar. Que la ciudadanía disponga de una información clara y exhaustiva de su pueblo. Después, pretendo que los carboneros puedan tener una opinión clara de su pueblo y las opciones de futuro que se abren en este momento.
- ¿Puede ser un poco más preciso para explicar estos objetivos?
Por supuesto. Cuando informo de las barriadas de nuestro pueblo, lo hago de manera expositiva al principio. Resalto su historia, sus costumbres, el estado actual de su patrimonio cultural, histórico, etnológico y monumental. Recreo los últimos cincuenta o sesenta años a través de las personas más longevas de cada barriada, pero también ofrezco sus carencias, y cómo las distintas administraciones podrían actuar para solventar los 3 grandes problemas que hoy presentan nuestras pedanías: la escasez de agua, las malas comunicaciones y el progresivo despoblamiento.
Con la industria pasa algo parecido. De acuerdo que aporta más del 45% de la economía carbonera en estos momentos. Pero eso no es suficiente. Los ciudadanos nos merecemos algo más por el enorme sacrificio medioambiental y de salud que estamos padeciendo como consecuencia de su ubicación en Carboneras. No nos podemos conformar con que paguen sus impuestos y nada más. ¿Nuestro sacrificio no tiene compensación? Bebemos agua de dudosa calidad cuando aquí se produce la mejor agua que disfrutan, sobretodo, nuestros vecinos de Nijar. Producimos electricidad para España y Europa y aún seguimos teniendo cortes eléctricos y precios elevados. Y así con el resto de las producciones: cementos, aceites…etc. En el libro ofrezco un “pacto de la industria y Carboneras” para compensar a la ciudadanía en actuaciones concretas que mejoren su calidad de vida.
- ¿Puede citar alguna de ellas?
Mire, el principal problema que Carboneras tiene hoy es el paro. Casi mil vecinos de nuestro pueblo no tienen trabajo. Algunos sectores productivos locales podrían completar sus ciclos de producciones y ofrecer cientos de puestos de trabajo en colaboración con la administración local. Derivados de la pesca y ayudas para que el sector pesquero vuelva a comercializar en nuestra localidad. Plantas envasadoras en la refinería de aceites para completar su ciclo de producción. Optimización de la dársena portuaria y colaboración con la construcción de un puerto deportivo que dinamice y genere algo más el sector turístico. Apostar por el Parque Natural en el que estamos incluidos casi en la totalidad de nuestro territorio y propiciar una generación de emprendedores que pongan en valor nuestro patrimonio medioambiental y generen puestos de trabajos específicos en una industria turística que estamos viendo que tiene mucho éxito en la economía de los pueblos que la practican.
El otro gran problema es el agua. Hay que hacer una negociación honesta con Acuamed para que nuestro pueblo pueda disponer de unos 8.000 metros cúbicos diarios de agua gratis y destinarlos al consumo humano y para la agricultura. La empresa tiene que entender que ha podido producir algún daño ecológico en el cauce del río en las conducciones que llevan el agua hasta Níjar y analizar su aportación económica al municipio en los años pasados y en el futuro y todo esto cuantificarlo. Llegar a un acuerdo de al menos 15 a 20 años en los que el agua no sea más un problema para nuestros vecinos.
- Usted ha sido enseñante, ¿aporta algo el libro sobre la juventud y los jóvenes carboneros?
Claro. Creo que ésta debe ser la gran apuesta de futuro. Disponemos de una juventud excelentemente preparada. Cientos de jóvenes universitarios y profesionales repartidos por España y el mundo. Algunos con altas responsabilidades y otros iniciando su vida laboral. Otros en paro y con pocas expectativas. Pues bien, tenemos que aprovechar sus experiencias y sus conocimientos. Por ello propongo que realicemos lo que yo denomino “I Congreso por el Futuro de Carboneras”, en el que a partir de un documento teórico pero científico sobre las posibilidades de nuestro pueblo, nuestros jóvenes marquen el futuro sostenible del municipio para los próximos años y hagamos compatible todos los sectores productivos locales y consigan nuestros ciudadanos el nivel de calidad de vida que se merecen.
-¿Quiere añadir algo más para sus vecinos?
Pues sí, invitarlos a la presentación oficial en el Teatro Casa de la Música este próximo lunes. Estaré acompañado por Mercedes Hernández, concejala de cultura del Ayuntamiento, José Antonio Amate como autor del prólogo del libro, Emilio Ríos de la Asociación de Empresarios Turísticos y como fin de la presentación por los artistas flamencos Anabel Castillo y Antonio de Quero que nos sorprenderán con canciones de nuestro pueblo.
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