|
|
Exposición
| PUBLICIDAD
|
|
Juan Alfonso El puntas
|
La exposición “¡Dime para qué sirve! La cerámica tradicional almeriense” se clausura el próximo 31 de agosto en el Museo de Almería, después de haberse ampliado durante un mes debido al éxito cosechado. La muestra, incluida en la programación del 80 aniversario del Museo, hace un recorrido por la tradición alfarera, un paseo por los alfares almerienses y un acercamiento a este oficio tan ligado a Almería desde los orígenes de su cultura.
Recoge la producción de catorce alfares almerienses de finales de los años setenta principios de los ochenta, cuyas piezas se encuentran custodiadas en los fondos del Museo. Están representados alfares de Albox, Alhabia, Benahadux, Níjar, Sorbas, Tabernas y Vera, muchos de ellos hoy desaparecidos. Aunque se fabricaba todo tipo de cerámica, cada localidad se especializó en la producción de unos determinados objetos. Vera y Tabernas se distinguieron por sus jarros y cántaros del conocido barro fino y poroso; Albox, Alhabia y Níjar por su cerámica vidriada y Sorbas por sus famosas ollas.
La muestra, comisariada por Loli Pardo, está compuesta por piezas del museo conservadas en los fondos de la institución, centrándose en el uso y la función de cada una de ellas. Paralelamente, se tratan otros temas transversales inherentes a la cerámica como las diferentes tipologías de cada objeto atendiendo al alfar de procedencia.
Con el objeto de contextualizarlas en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo se ha recreado una casa rural típica y el visitante encuentra espacios como el porche (con botijos y macetas), la cocina, la despensa, las letrinas (donde el bacín es el protagonista) y el corral entre otros. Al final del recorrido, en torno a la vivienda, se sitúa una zona de homenaje a los alfareros almerienses presentes en la exposición, donde se muestran algunas fotografías cedidas por los propios alfareros y donde se proyecta el documental dedicado a la alfarería del proyecto de la Junta de Andalucía FARCA (Fondo Andaluz de Recuperación del Conocimiento Artesano), donde vemos a un joven José Miguel García de la Alfarería Juan Simón de Sorbas.
La delegada de Educación, Cultura y Deporte, Isabel Arévalo, anima a “contemplar esta singular exposición que nos acerca a nuestro patrimonio más tradicional. El barro y el agua, el fuego y el aire, son los cuatro elementos que en manos del alfarero almeriense adquieren forma, una forma heredada de culturas milenarias y que ha pervivido a lo largo de los siglos como oficio y que hoy por hoy constituye una de las señas de identidad más importantes de la cultura almeriense y que se da cita estos días en el Museo “.
|
