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El ayuntamiento de Huércal de Almería ya tiene en marcha las obras de recuperación del cinturón verde que conectará con el entorno natural del merendero del Pozo Marilena, según el proyecto redactado por la empresa Ecomimesis “Ciclo-senda del Mirador de Los Pinos y restauración del entorno”. Una zona contemplada como de “especial atención” debido a la presencia de la Artinera (Maytenus senegalensis), especie catalogada en estado vulnerable según la Lista de Flora Amenazada de Andalucía.
A través del área de Servicios municipal, el equipo de gobierno huercalense (PP-GRINP) acaba de dar comienzo a la actuación de recuperación de uno de los espacios naturales de su monte público más frecuentados por la ciudadanía local, así como visitantes de la capital y el entorno. Una iniciativa con la que el ayuntamiento, explica Ismael Torres, edil de Servicios, “pretende devolver al Cinturón Verde, ubicado en las estribaciones de la Sierra de Gádor, entre el límite oeste de Los Pinos y la A-7, los beneficios para los que fue concebido hace más de diez años, como eran: recuperar la Artinera y delimitar una zona de paseo con mirador; y potenciarlo como zona de ocio y esparcimiento, asegurándole una larga vida”. Todo ello “ejecutado a cargo del personal propio del área de Servicios y con una inversión ajustada, asumible para las arcas municipales”, añade Ismael Torres.
El proyecto ya en marcha retoma la idea original, aprovechando todo lo posible del diseño aún existente, añadiendo nuevos elementos de mejora e incluyendo una planificación sostenible a nivel ambiental, económico y de mantenimiento, lo que supone una importante reducción de costes, tanto en la ejecución de la obra como en su posterior mantenimiento y conservación.
Entre los elementos de mejora a añadir, se encuentran: la creación de un circuito para correr o pasear en bici, promoviendo la conectividad con el gimnasio al aire libre existente en el merendero del Pozo Marilena, restaurar por completo la zona de sombreado del mirador del Cinturón Verde e instalar elementos para interpretar el entorno de Sierra de Gádor, así como para dar a conocer la importancia de la Artinera, de la que se conservan numerosos ejemplares.
Para todo ello, se utilizará vegetación autóctona que requiera poca agua y mantenimiento, respectando así el entorno del monte en el que se encuentra; planificar la vegetación por zonas para adaptar cada grupo a su mejor posición y orientación; y diseñar un sistema de riego de apoyo para el crecimiento inicial de la vegetación y en los periodos más secos del año. Una planificación sostenible que permita minimizar las tareas de mantenimiento regular y asegurar la perdurabilidad del entorno, evitando así repetir el ciclo de abandono sufrido por el proyecto original.
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