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El anfiteatro de Villavieja durante una representación teatral
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El consistorio virgitano viene acariciando desde hace algunos años la idea de reconstruir el graderío del anfiteatro romano de Villavieja. Según los historiadores, éste estaría construido en madera, ubicándose sobre el muro perimetral, realizado en mampostería. En diversas reuniones del Centro Virgitano de Estudios Históricos, el alcalde ha planteado en los últimos años la posibilidad de recrear parte de este graderío con una doble finalidad: permitir a los visitantes del yacimiento de Villavieja una mejor interpretación de los restos arqueológicos existentes, al ver reconstruida en parte la estructura de los asientos que tuvo el edificio, y, por otra, poder utilizar para diversos espectáculos un enclave tan privilegiado y singular como es el anfiteatro romano, un elemento único en nuestra provincia.
En carta enviada el día 27 de mayo a la Delegada de Cultura de la Junta de Andalucía, la virgitana Isabel Arévalo, el alcalde de Berja le ha pedido que cumpla lo que los socialistas prometían en su programa electoral, donde proponían “la celebración de un festival de teatro clásico en el anfiteatro de Villavieja”, y para ello colabore con el ayuntamiento de Berja para la reconstrucción de los graderíos del mismo, de modo que se facilite así su utilización, respetando y preservando totalmente los restos originales, y poniendo así en valor la construcción. De no llevarse a cabo esta colaboración, manifiesta Antonio Torres, “la Delegada de Cultura y candidata en las pasadas elecciones a la alcaldía de Berja, habría mentido a los virgitanos en su programa electoral”.
El anfiteatro de Berja
El anfiteatro de Villavieja es uno de los pocos de los que se tiene constancia en la Bética, y confirma la intensa romanización y la riqueza económica de Vergi (denominación de Berja en época romana). Se encuentra excavado en el llano, a poco más de 4 m de profundidad, al suroeste del actual núcleo de población. Su planta es oval y sus muros longitudinales están realizados en mortero, formando la arena una elipse de 43 metros por 26,6 m. Sus gradas fueron construídas en madera, dado que la inclinación del terreno no permitía excavarlas en las duras dolomías grises que lo circundan. En él se llevarían a cabo espectáculos cívicos con fieras y gladiadores, muy al gusto de la época. Su cronología es problemática, aunque la mayoría de los investigadores vienen en fijarla en el siglo II de nuestra Era.
En los últimos años se han dado importantes pasos para conservar el yacimiento de Villavieja. En este sentido destacan intervenciones como la realización de una serie de senderos que permiten el desplazamiento por el extenso recinto arqueológico, la restauración de la Torre del Espolón, así como la restauración de los aljibes medievales de la alcazaba, construidos en el siglo XI.
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