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Fruto de su compromiso con la seguridad y salud en el trabajo y coincidiendo con el 20 aniversario de la publicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, ASEMPAL ha celebrado esta mañana una Jornada titulada “La Seguridad Basada en el Comportamiento (SBC)’, que ha reunido a sesenta empresarios y profesionales de la prevención.
Durante la jornada, que ha contado con la financiación de la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales, los asistentes han analizado los aspectos básicos de la integración de la Seguridad Basada en el comportamiento en la empresa, con la ponencia “Nuevo enfoque en la SBC y el factor humano”, a cargo de Pablo M. Navarro, experto en seguridad y director gerente de Inerco. En la segunda parte de la jornada, se ha abordado también su aplicación práctica a través de la experiencia profesional del coordinador de Seguridad, Salud y Medio Ambiente de Deretil, Francisco J. Martínez Sola.
El compromiso visible de la gerencia, cambiar hábitos inseguros frecuentes, el protagonismo del trabajador en la prevención y el conocimiento de las medidas a aplicar, así como tomar conciencia del valor de la seguridad y la salud son elementos claves en la SBC para transformar los comportamientos arriesgados en conductas seguras.
El presidente de ASEMPAL, José Cano García, y el delegado territorial de Innovación, Economía, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Tortosa, que han clausurado las jornadas, han hecho hincapié en que la prevención es un reto diario y colectivo de todos los sujetos que interactúan en el sistema de relaciones laborales para proteger la seguridad de las personas.
El presidente de ASEMPAL ha destacado en su intervención la necesidad de “ser inflexibles en la concienciación preventiva, integrando la gestión de la seguridad en la empresa y dotando de medios necesarios y equipos de protección a los trabajadores, exigiendo su aplicación”.
Por último, ha lamentado que la ley de prevención no esté adaptada a las necesidades de las pequeñas y medianas empresas, el 98% del tejido empresarial, ya que su realidad es muy distinta a la de una gran empresa, aunque el marco normativo se aplica con el mismo rigor.
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