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Las letras son la esencia del cantautor. Alrededor de las palabras gira su vida musical. En el caso de Andrés Suárez tiene la dualidad de hablar a través de la música y con el público. Canciones íntimas en las que saca a la luz su mundo interior y, cada tres o cuatro temas, se transforma en un divertido contertulio. Así hemos descubierto que el concierto en Almería “es un regalo de mi banda”, que sigue emocionándose al poder ofrecer sus canciones a la gente y que, por mucho que le pese a su ‘ex’, “te seguiré dedicando letras”.
A Almería, Andrés Suárez ha venido acompañado, además de su guitarra, con una potente banda con guitarra eléctrica, batería, piano, violín y bajo, y entre todos han realizado un directo luminoso y optimista, rockero en ocasiones, pero manteniendo toda la lírica y el sentimiento que apasionan a su comunidad de seguidores. Porque Andrés Suárez, y siguiendo la historia de muchos cantantes de autor, llegó de Ferrol a Madrid con mucha ilusión y la calle como escenario, y tras cinco discos y ocho años, a sus 33 años puede presumir de contar con unos fans que se saben de memoria las letras de sus canciones y que, como colofón, muchos de ellos se reunirán el 4 de noviembre en el icónico ‘Barclaycard Center’ de Madrid.
Andrés Suárez comenzó la actuación, una de las últimas de año y medio de gira y enmarcada en el ‘Otoño Cultural’ del Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería, con ‘Más de 36’ y tras más de dos horas y cuarto de recital, se despidió con el público aplaudiendo de pie y un mix entre ‘Luz de Pregonda’ y ‘Lo malo está en el aire’.
Desde el primer momento, sus fieles estaban entregados y ya el cuarto tema, ‘Vuelve’, lo tararearon sin necesidad de que intervenga el cantante. A mitad de concierto, regresó a la faceta más íntima del cantautor, guitarra y voz, para interpretar ‘Una noche de verano’ y Pequeña historia de Marina’, entre otras, recordando sus tiempos donde actuaba en locales más estrechos y con menos aforo, y ha concluido con las canciones más rockeras. Además, ha tenido tiempo de interpretar ‘a capela’, cambiar varias veces de guitarra y entremezclarse con el público en el patio de butacas para ofrecer ‘Benijo’.
‘Mi pequeña historia’, su último trabajo, es un álbum que suena sobre todo a banda, porque el artista y el productor, Alfonso Pérez, pusieron a todos los músicos a interpretar a la vez, mirándose unos a otros como si de un concierto se tratara, y con la misma intensidad se escuchó sobre el escenario. Un sonido de gran calidad, una voz personal, y un ambiente relajado del que han disfrutado público, banda y el propio Andrés Suárez.
El concierto ha permitido, además, conocer algo más de la personalidad de Andrés Suárez y su relación con cada canción. “Javier Krahe me dijo una vez que sus letras eran fruto de un mundo onírico, pero yo no puedo, yo todo lo he vivido”. Reconoció que “como buen cantautor, soy un dramas”. Contó su experiencia con el alzhéimer de su abuelo. Y alabó la acústica del teatro Apolo, el clima soleado de Almería, y los buenos momentos vividos en sus anteriores actuaciones en la ciudad… De ahí han florecido temas como ‘Dublín’, ‘No saben de ti’, una nueva versión de ‘Perdón por los bailes’, ‘Rosa y Manuel’, ‘La vi bailar flamenco’ o ‘320 días’. Terminó confesando que “sois un público lleno de energía” e invitó a todos al concierto fin de gira del 4 de noviembre en Madrid. Andrés Suárez, grande como cantautor y persona, en una noche mágica en el teatro Apolo.
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