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La medalla presidencial de la libertad, distinción más alta otorgada por Obama a su vicepresidente Joe Biden, por su contribución a los intereses nacionales estadounidenses, así públicos como privados, no debiera impresionarnos demasiado. Inicialmente creada como distinción militar, fue establecida por Harry Truman, el responsable de arrojar la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki. Más tarde se haría extensiva su adjudicación a civiles. Nelson Rockefeller, Shimon Peres o Bill Clinton también la han recibido. Sin duda el jesuita Biden merece tal homenaje a la salida de Obama, a costa de los Pueblos latinoamericanos. Ha conseguido revertir la tendencia antineoliberal del que llaman su “patio trasero”, forzando con turbios procedimientos el capitalismo más salvaje.
Decía el siempre vivo nicaragüense General de los hombres libres, Augusto César Sandino, que el Nuevo Continente tras la descolonización había dejado una revolución pendiente, la decisiva de la soberanía económica. Acabar con el yugo de la servidumbre material frente al imperialismo. El arrogante amo de Washington ni siquiera necesita ya casi nunca, para afianzar su poder, desembarcar con los marines. Le basta haberse convertido, dentro de sus fronteras, en el centro operativo del usurero predominio mundial del Estado Vaticano. Para los yanqui-papistas, los “chicanos” o hispanos en general, tan solo somos ovejas a las que explotar, trasquilándonos para después devorarnos. De forma sigilosa, con la camaleónica beatería de una secta, con la brutalidad de una mafia.
Uno de los más fieles seguidores de los planes imperiales del Pentágono es el nuevo presidente argentino Mauricio Macri. Egresado por la Universidad Católica Argentina de Buenos Aires, fundada por el filonazi y vicario castrense cardenal Antonio Caggiano, el activo conmilitón de la asociación integrista Acción Católica. Macri, de origen italo-judaico siciliano se desenvolvería como pez en el agua en ese avariento mundo amoral, con similar eficacia a la de la Cosa Nostra para erradicar el comunismo de la Isla de Don Corleone. El racismo tampoco puede ocultarlo con el criminal genocidio impune de los mapuches en la Patagonia argentina. Codicia sin freno, hipocresía por profesión de fe, y completa falta de escrúpulos para malvender la soberanía de la Nación de San Martín, a los subterráneos tentáculos de la Mitra romana, forman parte de su deshumanizada identidad política.
Tras el escándalo de estar involucrado en los Panamá Papers, la brutalidad represiva de su policía, o el desprecio expoliador por la clase trabajadora argentina, no sólo no manifiesta la menor intención de dimitir, sino que la última y brutal agresión gorilesca al diario contrahegemónico Resumen Latinoaméricano, indican los mojones de su singladura hacia el totalitario clerical-fascismo. ¿Y el activismo feminista, dónde se fue, no ve la explotación sexista de las “auxiliares” laicas, o de las monjas, por parte de los machos con alzacuello del Trono del viejo colega de Videla, Bergoglio? ¿A qué esperáis para combatir ese oprobio infame que avergüenza al mundo entero?
Tras el fracaso por los pelos del fujimorismo nacional-católico en Perú, Venezuela -por sus recursos petrolíferos y naturales- está en el disparadero de los solapados lobbies eclesiásticos y sus sicarios conversos a la agenda del Estado romano (fundado por Mussolini), centralizado ahora desde Yanquilandia. Nada detiene a la reeditada Legión Infernal de Capriles y Cía, bendecida por la astucia de la Orden Negra, la Opus Diaboli y el resto del bandidaje quintacolumnista encizañador de guante blanco. Tampoco les asusta otro golpe de Estado, como en Chile, o idéntico al que perpetraron contra el presidente Chávez. Quizá estén trabajando ya en en ese objetivo, con asesores y financiación extranjera. Los cantos de sirena que le llegan al Hogar de los míticos Llaneros, desde sus vecinas Colombia y Brasil, desvelan el letal abrazo de anaconda de ese inicuo ejército fanatizado de “seglares” también en el exterior, preparado con logística gringo-frailuna hasta convertirles en siervos.
Y si nos trasladamos a México la cosa no deja de ser menos preocupante. Ya vimos por el caso de los estudiantes masacrados y hechos desaparecer en Iguala que el noble Pueblo de Zapata y Moctezuma no ha sido capaz de dotarse de una democracia bien fundamentada, con estricta Separaccion de Poderes y Representatividad (copiando el modelo del fallido E. español). La Araña Negra con olor a incienso se mueve aquí en el máximo secreto, por su popular laicismo jamás domeñado, lo cual hace a los tragasantos más peligrosos que en cualquier otro lugar. Aunque su fracaso ha sido clamoroso por su miopía ultraneoliberal. Y ahora no está la Banca Monex para inyectar muchos pesos al partido del presidente Peña Nieto a la hora de los pucherazos electorales. Su Tratado de Libre Comercio con los EEUU, para legitimar el esclavismo sin derechos de los obreros -no sólo en las maquiladoras-, han dejado a la Nación azteca con el pie cambiado al llegar Trump a la Casa Blanca. Ante la humillación del Muro de la Vergüenza, pretenden convertir al noble Pueblo de Pancho Villa en una especie de leprosería contagiosa según los “wasps”, los cuales confunden los procedimientos de los elitistas vampiros de Roma con sus víctimas empobrecidas y bautizadas a la fuerza en su infancia. Si Peña Nieto liderase personas con coraje y dignidad se volcaría económicamente mucho más con China, boicoteando los productos, modas y películas gringas sin tregua ni cuartel. Hay que desbaratar los intentos de penetración opusino-loyolistas coordinados desde Washington, New York y Los Ángeles. La Contrainteligencia mexicana, venezolana, del conjunto de los Pueblos no esbirros de sus manejos, y la movilización organizada de los ciudadanos, debe con urgencia desbaratar las asechanzas a su soberanía mancomunadas por el dólar, la sotana y sus traidores testaferros indígenas.
Pero el Ave Fénix de la libertad nunca se rinde. Su luz obnubila a los cobardes arrodillados ante los enemigos de toda condición humana. Renace sin descanso en cada Aurora, triunfo diario frente a la muerte. Resuena en las palabras de Martí erguidas en el firmamento, traspasando los milenios: "El amor, madre, a la patria, no es el amor ridículo a la tierra, ni a la yerba que pisan nuestras plantas. Es el odio invencible a quien la oprime, es el rencor eterno a quien la ataca".
Tu Grito de justicia, de libertad ya se escucha desde Tierra de Fuego hasta Río Bravo. Da la vuelta al mundo. Y prosigue su epopeya en cada corazón no sumiso al déspota oscurantista. No hay fosos, agua o murallas mezquinas que detengan la dignidad del Hombre. Patria Grande de Bolívar, San Martín, Vicente Guerrero, Guadalupe Victoria, Leona Vicario y tantos héroes inmortales que no se pueden contar... no te postres genuflexa, ¡levántate y abre la Muralla hacia el mañana, en ti confía toda la Humanidad!
Al-Hakam Morilla Rodríguez, Coordinador de Liberación Andaluza: @lascultura
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