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Agentes de la Policía Nacional han llevado a cabo la detención de los cinco miembros de una organización criminal dedicada a la extorsión. El cabecilla del grupo buscaba a un hombre socialmente solitario y con fuertes ingresos económicos, se ganaba su confianza, le engañaban haciéndole creer que estaba involucrado en un delito de tráfico de sustancias estupefacientes y seguidamente le hacían responsable de la perdida de una gran cantidad de dinero y droga. Finalmente le amenazaban y le exigían el pago inmediato de 50.000 euros, siendo el valor de la mercancía perdida.
La investigación comenzó a finales del pasado mes de mayo, a raíz de la denuncia interpuesta por un hombre en la que manifestaba que llevaba días recibiendo amenazas por parte de un grupo de personas del poniente almeriense. El denunciante había sido víctima de una extorsión en la que el líder del grupo se ganó su confianza presentándole a un grupo de amigos con los que posteriormente le hicieron creer que estaba involucrado en un delito de tráfico de sustancias estupefacientes.
Fruto de las gestiones practicadas se pudo comprobar que el líder de la banda contaba con varias detenciones anteriores por hechos idénticos, siendo su “modus operandi” el mismo. El jefe buscaba a un sujeto solitario y con una fuente de ingresos solvente para entablar amistad con él. Una vez ganada su confianza, el siguiente paso era presentarle al resto del equipo que estaba compuesto por dos hombres y dos mujeres más. Seguidamente una de las mujeres se mostraba interesada por la víctima y quedaban, junto con otra pareja para cenar, siendo esa noche cuando se producía el engaño.
En esta ocasión, el pasado día 20 de mayo tres miembros del grupo (un hombre y dos mujeres) quedaron con la víctima para pasar una velada. La farsa comenzó cuando todos se trasladaron en coche hasta un chalet situado en la localidad de Balanegra donde una de las chicas recogió una mochila. Seguidamente el conductor gritó “la policía secreta” y un vehículo con una luz azul en el techo se situó detrás de ellos, comenzando en ese instante una supuesta "persecución". Una de las chicas le entregó la mochila a la víctima mientras le gritaban que la tirara por la ventanilla porque estaba cargada de droga y dinero, accediendo rápidamente a ello.
Llenaron la mochila con paquetes de arroz
Transcurridos unos minutos, fingieron la huída y pararon el turismo en un lugar solitario donde, tras una llamada telefónica se reunieron con los otros dos miembros de la banda. No tardaron en llegar porque durante la persecución eran los encargados de simular ser "policías". En ese momento culparon a la víctima de haber extraviado la mochila cargada con una gran cantidad de dinero y con sustancias estupefacientes, cuando lo que portaban en realidad eran paquetes de arroz.
Durante los días siguientes, el jefe de la banda comenzó a extorsionar a la víctima, llegando a personarse en su lugar de trabajo para exigirle el pago de 50.000 euros. Debido a la intimidación y coacción que sufría la víctima, decidió abandonar la localidad de El Ejido ya que temía por su seguridad refugiándose en casa de familiares en dos provincias españolas donde denunció los hechos en una comisaría de Policía Nacional, si bien se contradecía en las versiones por el miedo insuperable que sufría.
Finalmente, agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de El Ejido procedieron a la identificación y posterior localización y detención de todos los componentes del grupo criminal como presuntos autores de delitos de extorsión y pertenencia a grupo criminal.
Tres de los cinco detenidos fueron puestos a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia de El Ejido, a los que les consta diversos antecedentes por hechos de igual naturaleza.
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