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Quién me iba a decir a mí que después de ser aleccionado por periódicos que no consentía palabras fuera de tono y que al criminalizar a cualquier personaje público, empleara referencias alegóricas. Que si uno de ellos era un cabrón, la definición seria “individuo de impropia conducta” Me canse de las putas Líneas Editoriales y escribir a condición de ser fiel a disfrazar la verdad y los deseos del dueño del periódico cuyo lema era que muchas mentiras, se constituye en una verdad. Compre una regadera en el Bazar Chino ubicada en la calle dedicada al Antropólogo Vaginal, Pensador y Filósofo, Julio Iglesias, para que me asesore y ahora, mi regadera, se ha convertido en aliada y hasta nos permitimos discutir.
Escribo según estado anímico y fácilmente paso de la tragedia al humor sin condicionantes. En Almería 24 H, mi amigo, Miguel Parra, confió en mí y sigo colaborando hasta que se canse y me aconseje mandar mis escritos al ABC secuencia que acentuaría mi desdicha y posterior decadencia. En fin: El anterior, la RAE y sus nuevas palabras, el Ojo de la Emancipación y en este – escrito que hace un siglo que he desempolvado y que fue rechazado por rotativos “serios” - me ha dado por lo consecuente. (Reconozco que antes escribía mejor: Ahora, solo contribuye mi regadera…)
Hubo un tiempo no muy lejano en este País donde caía la gente muerta por las balas del terror. Por el intento de exponer unas ideas e incluso, quienes eran los garantes del sistema, sucumbieron a la tentación de hacer la guerra por su cuenta que incluía estar al margen de la Ley a sabiendas que un Golpe de Estado, golpea a la sociedad no a los golpistas.
Ya entonces, a muchos nos parecía que llegaría un día en que, añadiendo al dolor de la masacre también ampliábamos de cuan inútil ha sido la irracional escabechina y la sinrazón de aquella cosecha de cadáveres. Creo que se equivocaron y no supieron admitir o intuir que esa sensación ocurriría tan pronto ni que todo lo sucedido fuera tan trágica/macabramente absurdo a que la ambición de los pistoleros con holgados uniformes podía haberse reclamado mediante la convocatoria de Elecciones: Una consulta nacional sin que huela a pólvora. Un sufragio en que no haya plantaciones de muertos. Así de sencillo. ¿No se dieron cuenta que las urnas no descuelgan fusiles? ¿No es doloroso que eliminen una simple papeleta y nos metan en tres años de guerra fratricida? ¿Un simple voto para dejar al pueblo crecer sin metralla?
Símil de una transición…, de la machaconería asesina, frenaba otros proyectos de convivencias y avances porque los muertos inocentes son y deben ser prioritarios de manera que los sondeos y las encuestas, colocaban entonces como primer problema nacional la sangría y dejaban en pañales secundarios otras lacras como el paro, la falta de viviendas o las carestía sanitaria. La vida transcurría entre el temor y el hastío, pero… ¡No para todos!
Mientras la desazón se apoderaba del grueso de la sociedad, otras gentes que pensaba que el crepúsculo era la leche en polvo o el chocolate hecho con algarrobas, también acudían a los funerales y ponían el careto de compungidos. Maquinaban maniobras adulteradas, tretas de patriotas traidores como las fugas de capitales, las cuentas opacas, la rapiña y la expoliación económica en su beneficio vaciando el País de su continente y su contenido. Ya que la referencia era los muertos y era allí donde estaba colocado el foco de la justa indignación, debieron de pensar; hagamos negocios y nos movemos como las ratas, De vez en cuando, asomamos el hocico por las alcantarillas para hacer ver que estamos ahí, solidarios, fraternos y hasta dando consejos de ética. Lágrimas de un buen actor rezando a una cruz resplandeciente mientras crucificaban a los que se hallaban bajo el barro del camino.
Curiosamente, la muerte se canso. Al final, se desprendió de la guadaña respetando quien suplicaba una prorroga. También se sentía acosada. Mientras, los sondeos se fueron desplazando hacia zonas de menor carga de sentimientos pero con mayor carga chabacana: El desempleo, la crisis, el hambre, la exclusión…Algunos oyeron a una tal Caritas cuyo auge siempre es una mala noticia ya que dibuja el grado del empobrecimiento de nuestra sociedad.
Termino la guerra y por lo tanto, ya no se mataba pero era preciso vivir: Disponer de los medios mínimos para hacerlo con cierta dignidad pero coincide con el estallido de burbujas donde acaparo hasta la bomba de los escándalos. Explosiones continuas cuyo final y alcance, la “metralla” la juzgaba un Juez. Todo se cubrió de vergüenza porque la paz de los muertos dio paso al conocimiento de actividades delictivas que, aprovechándose del ruido, habían minado el subsuelo de la honradez. Con la dificultad de una medición compleja, ciertos estudiosos que no participaron en funerales, estiman el coste social de la corrupción en 65.000 millones de euros anuales en el 2.015. La cuenta final, sería incontable afianzando el robo gigantesco y legalizado de patriotas que lloraban en los funerales: La mafia del aconsejable llanto.
De un golpe de estado maquinado a través de un patriota bajo palio protegido por la Iglesia, hemos pasado a otro golpe quizás más incruento: El uno los sacrifico y dejo cadáveres en las acequias y el actual no nos permite vivir dejando a la gente bajo un puente. Un águila negra ondeando triunfal al viento en continua arenga victoriosa mientras el sufrimiento enmudecía en las cunetas. (*)
Juan Marcelo
(*)In Memoriam a los que no tienen muertos caídos “por la Gracia de Dios” A los que el Valle de los Caídos, les quedaba muy lejos y en el Cielo no se les esperaba: Familiares masacrados limitando la calzada. Recuerdo de los cadáveres que todavía adornan/engalanan las cunetas a nuestro paso. Estamentos gubernamentales - los que nunca vivieron al Sol - ya la asocian a hechos anecdóticos e imprimen cierta ironía sobre ellos: Por el contrario, yo si soy muy consciente de que esos muertos de cunetas, si han existido, extendiendo mi pesar a los que cayeron defendiendo una idea y a otros que luchaban para coquistarla: ¡Todos españoles!
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