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El próximo domingo 21 de enero ha sido convocada una concentración de protesta en la Plaza del Castillo de Carboneras (Almería) a las 12:00 horas para poner de manifiesto el más rotundo rechazo al despido de Francisco Belmonte Rivas, conserje de las instalaciones deportivas del municipio y delegado sindical de CNT, que tuvo lugar el pasado 1 de diciembre de 2017.
Una manera de mostrar el rechazo a esta decisión llevada a cabo por Cooperación 2005, empresa que ostenta un contrato de servicios con el Ayuntamiento de Carboneras para la gestión y organización de las escuelas deportivas municipales y las escuelas de verano. "Esta vez queremos poner en el punto de mira a Salvador Hernández (alcalde de Carboneras) y a Juan Carrillo Martínez (propietario de Cooperación 2005). Son dos caras de la misma moneda." afirma Francisco Belmonte Rivas
Según Francisco esto es "El fiel reflejo de lo más repugnante del mundo de la política y de los negocios donde ambos llegan incluso a confundirse. Un alcalde cobarde y lamebotas que ha dado las espaldas a las trabajadoras y trabajadores de las instalaciones deportivas de Carboneras y se ha puesto a las órdenes de un empresario que quería despedir a un trabajador incómodo por luchar por unos derechos laborales que estaban siendo pisoteados. A Salvador Hernández por lo visto no le ha bastado ser condenado a 3 años de inhabilitación para cargo público."
Y acusa al alcalde de "usar su posición de poder para poner en bandeja el despido de un trabajador. Un abuso de autoridad que ha tomado forma en la rescisión del servicio de conserjería en el Pabellón Polideportivo Municipal sin más motivo que fulminar a un trabajador que le exigía al Ayuntamiento de Carboneras la apertura de un expediente informativo a la empresa y que se respetasen de una vez por todas los derechos laborales de las trabajadoras y trabajadores. Se nota que el alcalde nos quiere calladitos y obedientes."
Afirma que "Al que abre la boca, de patitas a la calle. A Juan Carrillo Martínez por lo visto no lo ha bastado recibir cientos de miles de euros en contratos públicos a través del entramado de empresas que posee. Además quiere esclavos sumisos que aguanten todo clase de humillaciones y vejaciones. Es la actitud de alguien que se cree en lo alto de un pedestal, por encima de la ley y capaz de hacer lo que le venga en gana. Sabe y es consciente de que el trabajador despedido tiene un expediente intachable, que es respetado y bien considerado.Pero no podía tolerar bajo ningún concepto cosas como una denuncia ante la Inspección de Trabajo. Se ha tenido que valer de un alcalde irresponsable e incompetente para poder despedir a Francisco Belmonte Rivas. Vamos a luchar porque se produzca lo más pronto posible la readmisión del trabajador en su puesto de trabajo sin esperar a la decisión de un tribunal. La nulidad del despido es un hecho incontestable por la vulneración de la libertad que se ha producido."
"Que sepan y entiendan aquellos que han tomado esta decisión que no nos vamos a quedar de brazos cruzados porque aquí ya no hay nada que perder y tenemos todo por ganar."
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