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Le preguntaron a Bernard Shaw, si asociaba un martes y 13 augurando mala suerte o tragedias sociales y respondió que por qué ese día, tenía que ser distinto a los demás. Debido a ello, escribo este día martes y 13 porque sé que el demonio, puede ser complaciente conmigo: ¡Que sepas, Satanás, que eres el único aliado con el que cuento!
El Obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, teólogo, cuyo seguimiento de su exploración mental ya ha sido asignada a urólogos craneanos de cierto prestigio, acusa de que “Las feministas llevan el demonio dentro” y hasta, aventuro, que es capaz de accionar un exorcismo para que las tetas que esgrimen estas feministas y que son suyas, no la adquieren en centros de rebajas y con bonos de indistintas perversas adquisiciones.
Sigue nuestro “padre” que “Es curioso como en el feminismo, el demonio puede meterles un gol desde sus propias filas” “que se han hecho el harakiri “ lo cual deduzco que el penalti, es otra faceta del partido cuando” el demonio se ha metido dentro del feminismo radical en detrimento de la dignidad de la mujer” lo que deduzco, que la mujer, sin “descendencia celestial” ha perdido toda dignidad o siempre ha carecido de ella, todo esto, sin llegar a pensar este “santo que almuerza” que tanto criminalizar a su demonio, las están arrojando a sus brazos debido a su mutismo ya que no habla. (Es más fácil que esté entre ellas ese Satán moderado y cuerdo que no escuchar a “santos varones” que están en posesión de la “verdad”)
Ignoro si esa arenga ha sido hecha bajo púlpito o en una escombrera donde trapos, envases de cartón o estuches de plásticos, eran sus oyentes. Asegura que hay un “feminismo bueno y otro malo” sin especificar detalles para intentar comprender la “impronta” que ha acudido a su cerebro. (Cavilo que el feminismo bueno es de la mártir a dictado de un energúmeno. La pata en la cama. Velas en ristre en procesiones paseando imágines de dudosa existencias. Confesar a un extraño sus intimidades y esperando, a veces impaciente, que la muerte los separe. La mala, es aquella que como ser humano, no consiente ser marginada en una sociedad compuesta y dirigida por hombres. Que les desprecia sus valores. Reclamando que su cuerpo es suyo y actúa sobre él con sus consecuencias obviando normas o reglas que las traslade al siglo XIV)
Datos a considerar es que estos “santos que almuerzan”, intentan “regenerar” la ética o la moral para subyugar en la convicción que hay algo que desconocemos para llevarnos a su terreno. Siempre con el temor o el surrealista pecado a cuesta. Si es conocido, siempre hay una actitud latente: si es desconocido, siempre hay un temor enmascarado y bien asentado en cierta nebulosa, que aprovechan y exprimen.
Frases lanzadas al Avernos – circunstancia en que Satanás no preveía su impronta erección - y “estipendios” hechas por Obispos y Cardenales, en continua y hasta marea de los despropósitos: El uno, no justifica que nuestros niños/niñas son propensos a los tocamientos mientras otros “razona”, - con ese olor a incienso que provoca el retroceso de su conducta – el aislamiento de las mujeres en su casa y el infierno si se atreven a votar y poca dignas de elegir a quien quiere que les gobierne. Estamos en una situación, donde quizás, la innovadora Inquisición Mental, amparada por el Gobierno que nos domina y en vanguardia, el OPUS que los dirige, no tiene fecha de caducidad. Este “Asentamiento Espiritual del Occidente”, siempre nos ha dejado en mantillas: Unas mantillas en que nunca nos ha protegido del frío, sobre todo, cuando aconsejan a nuestras ciudadanas lo que tiene que hacer desconociendo el género de la mujer y aislado/soterrando su sabiduría y dueñas de que el mundo no se pare en su especie sin que estos, revestidos de grotescas vestimenta, lleguen a pensar que superan el 50% de nuestra población.
Nuestra España, es el Edén de Obispos y Cardenales en que nunca, bajo dictado divino, morderá la manzana pero si regarlo para que el manzano no se seque. Esta España, pobre por culpa de los ricos santificados donde un pobre, exculpa sus “pecados” y encima le cuestionan los derechos de una mujer: Los hemos tenido tanto en consideración, que hasta sus arengas y condenas a un supuesto Juicio Final; censuras y reproches al Movimiento Feminista, ya consta y es el chascarrillo de la peña: Suele ser divertido y más, cuando el menú que exige a la hora de comer, con extrañas vestimenta, nuestros “santos que almuerzan” les es grato y hasta degustable siempre que se los sirva un acólito que no una fémina sin llegar a pesar, que la libertad de una mujer, no es un simulacro muy mal expuesta de las nuestras…, los recalcitrantes y dominadores varones, sobretodo, cuando celestiales personas trata la ardua tarea de bajar del ático divino al sótano de la tierra.
Juan Marcelo
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