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Sin duda Papá, no hay nada más cierto que los impuestos y la muerte, y seguramente de lo segundo no estemos muy seguros… Así que cuando el gobierno en funciones ha anunciado que está estudiando un “impuesto simbólico” para mantener la red de carreteras, no he tenido por menos que emular al ministro Marlaska, quien cuando va por la gran vía de Madrid se cambia la cartera de bolsillo. Bueno a él le debe funcionar, pero lo que es a mi y al resto de los españoles, no, el gobierno averigua en que bolsillo te metiste la cartera, y la hace suya.
Muchos votantes o no del partido socialista pensaran que esta es una de esas medidas que jalea la oposición para hacer daño al gobierno y que de aplicarse será algo muy simbólico, muy buenista, y democrático. Y yo también pensaría así (bueno durante años fui votante de muchos de los presuntamente inicuos candidatos de ese partido), pero la realidad parece que nos contradice. Según algunos medios de comunicación, el trayecto Madrid- Valencia vendría a costarnos unos 50 euros, viajar de Almería a Granada unos 20 € y para llegar a Murcia o Málaga unos 30 simbólicos euros.
Pensaras que parece mentira, pero en realidad, Papá, es que lo he puesto un poco dramático, el Gobierno va a aplicar el “impuesto simbólico” en función de lo contaminante que sea tu vehículo, por lo que ademas de desplumarnos, tendremos que darle las gracias por reducir la contaminación y el calentamiento global; no en vano, alguien ya dijo que recaudar impuestos era “el arte de quitar el mayor numero de plumas al ganso con el menor numero de graznidos” y parece, a tenor de la formula, cierto, aunque no se que es peor, si que me tomen por tonto o por Ganso.
Y lo digo sin acritud, porque si me van a cobrar por peaje 20 euros por ir a Granada, y para que esta cantidad pase a ser de 3 euros tengo que cambiar mi coche por uno eléctrico y pagar una letra de 400 euros/mensuales, me pasará como a aquel amigo al que su madre mandaba a comprar a la tienda de Domingo Borteas “medio kilo de mortadela y si no había que comprase cuarto y mitad de jamón de York”, y nunca entendió la relación entre ambos alimentos y la cantidad a comprar.
Algún sesudo nos dirá que así mejoramos el medio ambiente, bueno esto es como decir que la energía menos contaminante y más barata es la nuclear, algo que es cierto porque no cargamos los costos del almacenamiento de los residuos radioactivos; porque si a los coches eléctricos les grabamos con el costo económico y ambiental del desmantelamiento de los vehículos que desechemos y el reciclado de las baterías sin contar los costos en guerras y vidas humanas que esta provocando el uso, para hacerlas, de materiales como el Níquel, el litio o el cobalto (Tesla ya ha puesto el grito en el cielo sobre la escasez y otros ya han alertado sobre problemas geopoliticos con estos minerales) pues seria cierto.
Y esto sin contar con que la energía eléctrica sostenible (es un 60% procedente de fuentes no sostenibles) hay que producirla en base a molinos eólicos, que contaminan visualmente, matan aves y no se que más; plantas fotovoltaicas, que utilizan espacio y recursos; plantas termicosolares que ademas de lo anterior, consumen agua; saltos hidroeléctricos, que consumen recursos de espacio y culturales (bueno nadie plantea hacer más pantanos o trasvases porque seguramente serán actividades Franquista, y vivimos en un país donde el mal reparto del agua no es un problema); y todas producen residuos difícilmente tratables porque, qué vamos a hacer con las placas rotas, obsoletas, averiadas o inservibles?, o con las baterías?.
No te engañes Papá, esto es un negocio para desplumar al ganso y así el Ganso pagará impuestos por utilizar las autovías y dará las gracias al desplumador por mantenerlas con este impuesto, y con el impuesto de circulación y el de la renta, y el del patrimonio y otros, mantener el tren de vida del político desplumador y sus delirios de grandeza.
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