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La Asociación Amigos de la Alcazaba continúa con su incesante y pertinaz intención de poner en valor el patrimonio que posee Almería, como es el caso de las murallas de la ciudad, que nacieron junto a ella, construidas por Abderramán III, bajando desde la Alcazaba hasta el mar, protegiendo la ciudad que fundó en el año 955 y de la que después Jayrán haría reino independiente en 1014.
Su importancia es tal que protagonizaron el pasado mes de noviembre en Granada el simposio internacional Las Murallas Medievales de Almería, en un acto organizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El interés despertado por estas aportaciones ha sido tal que Amigos de la Alcazaba ha conseguido organizar en este breve plazo una nueva jornada, con la coorganización del Ministerio de Ciencia, Innovación e Universidades – Consejo Superior de Investigaciones Científicas, así como la colaboración de Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía. En ellas se darán a conocer los resultados de los análisis cronológicos de estas murallas que en Granada no pudieron presentarse.
A las 18.00 se desarrollará una visita guiada a las murallas fundacionales de Almería en el Centro de Interpretación Patrimonial Puerta de Almería y, una hora después, a las 19.00 se celebrará la Jornada en el Centro Andaluz de la Fotografía, con la participación de Antonio Orihuela Uzal, Investigador de la Escuela de Estudios Árabes – CSIC; Pedro Gurriarán Daza, arquitecto restaurador; Jorge Lirola Delgado, profesor de árabe de la Universidad de Almería; y Lorenzo Cara Barrionuevo, arqueólogo medievalista; moderado por María Teresa Pérez Sánchez, presidenta de Amigos de la Alcazaba.
Desde la asociación arguyen que “las murallas constituyen un patrimonio extraordinario, una joya de nuestra ciudad, incomprensiblemente olvidadas por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Almería, tanto en lo que se refiere a su conservación como de difusión, uso turístico e incluso de investigación”. Esta jornada, por tanto, viene a dar impulso y difusión a un patrimonio que se salvó de los derribos promovidos por el Ayuntamiento de Almería en 1855. “Eran terrenos que no interesaban en aquellos momentos, especialmente la muralla que baja de la Alcazaba por el barranco de la Hoya hasta el Cerro de San Cristóbal para luego bajar de nuevo por la calle Antonio Vico, además de algunos lienzos y torres del barrio de la Chanca”, explican desde Amigos de la Alcazaba.
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