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En la víspera de la noche más mágica del año con la visita de los Reyes Magos, la magia y la ilusión también han estado presentes en el teatro infantil de La Cenicienta, incluido en la propuesta del Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería, dentro del 38 Festival de Teatro Infantil.
Los niños que han llenado este sábado las sillas de la Plaza de la Catedral han disfrutado del cuento tradicional de ´La Cenicienta´. En él, se ha narrado la historia de una madrastra cruel que convierte a la hija de su marido ya fallecido en una sirvienta. Pero con ayuda de un hada madrina y unos ratones, la suerte llega a la vida de la joven.
La compañía Acuario Teatro ha ofrecido al público una versión donde no ha faltado la música, el humor y lo más importante: la magia. El público más pequeño ha sido partícipe en algunas partes de la obra ayudando a la hada madrina que ha sido la encargada de devolver la ilusión a La Cenicienta.
Asimismo, la compañía, que fue creada en 1978 en Málaga con la intención de acercar el teatro a los más pequeños, lleva a cabo montajes con los que el grupo se da a conocer primero en Andalucía y después en el resto del país. Sus montajes, basados en el respeto al niño, son títulos originales o adaptaciones de cuentos clásicos de la literatura universal, creados y dirigidos por Diego Guzmán.
Actividad para esta tarde
El Teatro Apolo recibirá esta tarde de sábado a las 17:30 horas la obra ´Xocolat´, de Teatro Paraíso, con entradas a 7 euros. Teatro Paraíso ha creado una dulce sorpresa escénica para los pequeños espectadores: ´Xocolat´. Un canto al placer de vivir, imaginar y curiosear que forma parte del Proyecto Europeo “Small Size Performing Arts for Early Years”. En un espacio limpio y perfecto se elabora una curiosa materia: tabletas de chocolate. En él vive una mujer encantada con las rutinas y el orden de ese lugar. La llegada por sorpresa de una compañera extrovertida, divertida e impulsiva transformará el universo aséptico inicial. Este dulce material se convierte en una provocación para soñar. Vuelan juntas con chocolate entre las manos, mientras los aromas inundan el mundo y detienen el tiempo para saborear el placer de investigar y jugar con la materia.
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