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Con un emotivo minuto de silencio por las personas fallecidas por el Covid-19, la Banda Municipal de Música de Almería volvió al encuentro de su público este domingo en dos escenarios, en el Museo de Arte Doña Pakyta y en la Plaza de la Constitución en lo que ha sido el reencuentro de la formación con su público y, a la vez, la manera con la que el Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería ha conmemorado la celebración del Día de la Música, este año en condiciones tan inusuales. En la Plaza Vieja también actuaron ensembles de la Agrupación San Indalecio.
Una vuelta al contacto directo con el público, que fue arropada por el concejal del Área, Diego Cruz. “Es un placer entrar en esta nueva normalidad con música, que tan bien ha hecho a las personas en los momentos más duros del confinamiento. Hemos tomado todas las medidas de seguridad que se establecen, como la distancia de seguridad de las sillas, para los músicos, con dos parejas de trabajadores desinfectando y con gel hidroalcohólico en la entrada de Doña Pakyta y de la Plaza Vieja”, afirmaba.
Del mismo modo, tampoco se perdió la cita el director de la Banda, Alfonso Maribona. “Si bien estos grupos pequeños no precisan de dirección, no quería perderme este regreso al encuentro con el público. Hemos trabajado estos días con la máxima ilusión por ello”, aseguró.
Como es habitual en los conciertos de la Banda al completo, también los programas de estos grupos reducidos sirvieron para demostrar la gran versatilidad de la formación, incluyendo desde composiciones específicas compuestas para banda, hasta adaptaciones orquestales o fragmentos del folclore y lírica españoles y otras piezas populares como el Sevilla de Albéniz, Danza del Molinero de Manuel de Falla, Small Swans Dance de Tchaikovsky, Hungarian Dance nº5 de Brahms, Libertango de Piazzolla, Toy Story de Randy Newman o Riders of the lost ark, de John Williams.
En la Plaza de la Constitución actuaron dos grupos. Primero un ensemble de clarinetes, formado por los profesores José Álamo Martín, Antonio Fernández Martínez, Cecilio Gutiérrez Funes, María Ángeles Jiménez Lázaro, Marcel López Magaña y María Del Carmen Rodríguez Sánchez. Posteriormente, fue el turno de un grupo de metales y percusión, con los profesores Juan Antonio García Riquelme, Manuel González Granero, Manuel Guillén Rocamora, José Antonio Martínez Jerez, Francisco José Pérez Cruz, Vicente Ramón Ocaña Marín, Antonio Sánchez Serrano y Guillermo Artés Amate, como músico invitado en metales, y Francisco Javier Corral Ortega, José Francisco López Pérez, Luis Francisco Serna Huertas y Juan José Torres Lao en percusión.
Agrupación San Indalecio
Tras su actuación también intervinieron varios ensembles de trompas, trompetas y percusión y un quinteto de viento de la Agrupación Musical San Indalecio, que también ha vuelto a la progresiva normalidad en las últimas fechas, tal y como explica su director Juan Jose Navarro. En este caso, la dirección de los grupos corrió a cargo de su subdirector, Manuel Horcas. Las cuatro formaciones demostraron su calidad musical en un viaje por diferentes composiciones que hicieron las delicias del público asistente.
En cuanto a los conciertos del Museo de Arte Doña Pakyta, en primer lugar actuó un cuarteto de saxofones, formado por los profesores Jesús Miguel Bisbal Fernández, Miguel Ángel Leseduarte Bosquet, David Sánchez Uribe y Pedro María Montiel Malagón como músico invitado. Por último, actuó un quinteto de viento formado por los profesores Verónica Jiménez García, Carmen Molina Franco, Antonio José Valero Gallego, José Viciana Rodríguez y Lilia Salmerón Romero como invitada.
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