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El Ayuntamiento de Abla ha aprobado en el último pleno una propuesta del equipo de gobierno para integrarse en la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores. Se trata de una iniciativa englobada en el proyecto municipal Abla Viva, que tiene como principales líneas de actuación la lucha contra la despoblación y el fomento del empleo.
Esta adhesión refleja el compromiso de escuchar las necesidades de la población de más de sesenta años, que en el caso del municipio abulense supone más del 60% del número de habitantes; promover el envejecimiento saludable y activo; mejorar sus entornos y servicios e incorporar esta perspectiva en la planificación municipal de manera transversal. Igualmente se incidirá en políticas, servicios y estructuras relacionadas con su entorno físico y social, propiciando que las personas mayores vivan dignamente, disfruten de una buena salud y continúen participando en la sociedad de manera plena y activa.
Abla, junto con Vera y Vícar, son los municipios de la provincia de Almería integrados en la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores. Promovida en 2010 por la Organización Mundial de la Salud y coordinada en España por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), trata de dar respuesta al rápido envejecimiento de la población con el objetivo de conectar ciudades, comunidades y organizaciones para hacer de su entorno un lugar mejor donde envejecer dignamente y con calidad. Forma parte de la estrategia de la OMS para la década del Envejecimiento Saludable (2021-2030), en el marco de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Convenio
Para después del verano podría firmarse un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Abla y el Grupo de Investigación HUM.498 dedicado a la Intervención Psicológica en Educación, Desarrollo y Orientación. Está coordinado por David Padilla Góngora, profesor de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Almería.
Tras el convenio se desarrollarían áreas de trabajo fomentando la participación de los mayores durante todo el proceso, es decir, desde la investigación inicial para el diagnóstico de la situación, plan de acción y posterior implementación, pasando por el seguimiento y evaluación de los resultados.
La metodología de participación identifica ocho áreas del entorno urbano y social que influyen en la salud y calidad de vida de las personas mayores: espacios al aire libre y edificios; transporte; vivienda; respeto e inclusión social; participación social; comunicación e información; trabajo y participación ciudadana, y Servicios Sociales y de la Salud. La intención es llevar a cabo actividades de cada una de las áreas anteriormente mencionadas que contribuyan a un envejecimiento más activo y saludable de la población.
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