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Lo más agradable del invierno es que por las noches es posible dormir de manera placentera con el abrigo de buena ropa de cama. A un delicado juego de sábanas no puede faltarle un indispensable complemento estético y de abrigo: el edredón.
Antes de ir a una tienda de confianza comprar uno, lo mejor es sentarse por un momento y analizar muy bien cuáles son las opciones para escoger. Y es que no solo se debe guiar por lo estético, sino también por otros aspectos que harán de este accesorio de cama el más importante para combatir el frío.
1. Natural o sintético
Solo existen dos tipos de rellenos en los edredones, lo que permite, en líneas generales, que la decisión sea algo más simple en este aspecto: los naturales y los sintéticos. Lo mejor es buscar una tienda en la cual se pueda encontrar variedad, calidad y a precios realmente asequibles. La compra de un edredón en Casa y Textil acabará siendo una tarea sencilla y no representará un gasto muy alto.
Los edredones naturales están elaborados con plumón o plumas de diferentes aves a las que se les da un tratamiento previo para suavizarlas. En el caso de los sintéticos, estos están confeccionados con fibras, por ejemplo, el poliéster.
Los naturales ayudan a aislar mejor el frío. Son más ligeros y permiten la transpiración, pero por lo general, suelen ser mucho más caros. Mientras que los sintéticos son más resistentes y duraderos, incluso más baratos. No obstante, abrigan menos
2. Cuál es el presupuesto disponible
En regiones de bajas temperaturas una cama bien abrigada es esencial, ya que pasar frío durante la noche no es nada agradable. No obstante, el presupuesto también debe tenerse en cuenta a la hora de escoger esa ropa de abrigo.
Se debe considerar que entre un edredón natural y uno sintético existe un amplio abanico de precios que van directamente relacionados a su calidad. Uno natural casi con seguridad costará entre los 90 y 100 euros, mientras que uno sintético puede oscilar entre los 30 y 70 euros.
Es importante recordar que todo dependerá de la calidad y de la capacidad de aislamiento térmico.
3. Lo que se debe considerar antes de la compra
Después de haber decidido cuál es el mejor en cada caso y cuánto se está dispuesto a invertir en un buen edredón, también hay que valorar estos aspectos:
Tamaño
Es importante leer las letras pequeñas de las ofertas. En muchas ocasiones, cuando se va a comprar un edredón, los precios más bajos son para los de una talla específica. Por esa razón, es importante que antes de salir de casa, se tome la medida de la cama.
Una recomendación es que el relleno nórdico debe sobresalir al menos unos 30 cm por cada lado de la cama. Por ejemplo, si el colchón tiene una medida de 180x150 cm, lo ideal es que el tamaño del edredón sea de 220 x 220 cm.
Peso
En un edredón natural, las plumas son tratadas y procesadas de tal manera que pierdan rigidez y no resulten pesadas, por eso suelen ser mucho más ligeros.
En el caso de los sintéticos, cuanto más pesados son, más material de relleno contienen y consecuentemente más cálidos y de mejor calidad. En temperaturas medias, uno de peso mediano es ideal y permite ahorrar un poco. Pero para fríos más intensos, y se ha de escoger uno sintético, lo mejor es que sea de mayor peso.
Calidad superior
Es habitual que en la funda exterior se pueda observar una etiqueta en la cual se muestran todos los detalles sobre el relleno y su grado de calidad, por lo que es valioso saber interpretar esa información.
4. El exterior del relleno
Conocido ya el relleno de estos edredones, es de gran importancia también saber acerca de la funda en la cual vienen envueltos.
Sea de relleno natural o sintético, lo ideal es que el exterior sea de algodón para una mejor transpirabilidad y una mínima posibilidad de retención de humedad. De esta manera se evitan los malos olores debido a mohos, ácaros y otro tipo de microorganismos que suelen proliferar en ciertos tejidos.
A esto se le suma que el algodón es más agradable en contacto con la piel y los riesgos de alergia por roce se minimizan.
5. Cuidado y limpieza
Esto es un punto que no se puede obviar a la hora de tomar la decisión de compra.
Uno de los puntos negativos que presentan los de pluma natural es que no se pueden meter en una lavadora corriente, lo que complica bastante su limpieza. Es necesario llevarlos a una tintorería, ya que de lavarlos en casa es posible que las plumas se apelmacen.
En cambio, uno sintético se puede meter en una lavadora de capacidad adecuada sin ningún problema. Por eso, son los mejores para los más pequeños de la casa, al tener menor tamaño es viable un lavado rápido en lavadora, con la condición, eso sí, de que sea la única pieza en la colada.
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