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La pandemia provocada por la COVID-19 ha sacado a la luz, con mayor fuerza que nunca, la fragilidad de la salud mental y la necesidad de prestarle una atención urgente. Un informe sobre políticas acerca del COVID-19 y la salud mental, publicado por las Naciones Unidas el pasado mes de mayo, revela que la pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto “la necesidad de aumentar urgentemente la inversión en servicios de salud mental si el mundo no se quiere arriesgar a que se produzca un aumento drástico de los trastornos mentales”.
En Andalucía, todos los grupos políticos parlamentarios, han mostrado su apoyo a esta causa, tras la intervención de la presidenta de Feafes Andalucía, Cristina González, en la Comisión de Discapacidad del Parlamento, como antesala del Día Mundial de la Salud Mental, que este año lleva por lema Salud Mental y bienestar, una prioridad global. González advertía en su intervención que “los problemas de salud mental son los que generan más sufrimiento, más estigma, más desempleo y exclusión, y son las personas que reciben menos protección social y ven más vulnerados sus derechos, hay que prevenir esto sino queremos una pandemia de salud mental ”.
Tiene por delante ahora la clase política un gran reto, para el que encuentran la mano tendida y dispuesta siempre a colaborar, con unas políticas sociales más justas e igualitarias, de la Asociación El Timón, entidad miembro de Feafes Andalucía, “ustedes como políticos y nosotros como familiares, tenemos mucho por hacer, esto ha venido a empeorar una situación que ya de por sí estaba falta de apoyo, hay que actuar de forma urgente para que podamos acceder a una atención de calidad, adecuada y gratuita del sistema público de salud mental y que le llegue a todas las personas que lo necesitan”.
En el Día Mundial de la Salud Mental, un problema de salud pública que será para 2030, según la Organización Mundial de la Salud,en apenas 9 años, la principal causa de discapacidad en el mundo-todavía cuesta mucho hablar de esto- explica la presidenta de Feafes Andalucía, “en esta crisis sanitariapese a ser el trastorno mental, un problema de salud pública, no se ha considerado la asistencia a estas personas, como un servicio esencial en nuestra comunidad autónoma, no ha sucedido así en otras”.
La salud mental, incluso en el sector de la discapacidad es diferente, Feafes Andalucía señala que desde que se cerraron los manicomios en España, hace más de 30 añosel modelo de financiación es diferente al de la discapacidad por eso, “el peso de todo el cuidado recae sobre las familias”, indica su presidenta.
Desde el movimiento asociativo Feafes Andalucía luchamos para que, a las personas con problemas de salud mental, se las reconozca, se las acepte y se las ayude desde una colaboración social e institucional.
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