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El Ayuntamiento de Adra, en la última sesión plenaria celebrada este viernes, ha aprobado las bases reguladoras de la convocatoria de subvenciones para trabajadores autónomos y microempresas radicadas en el municipio de Adra, afectadas por el cierre temporal de su actividad los días que la ciudad estuvo en el nivel de alerta 4 grado 2. Unas bases que estarán disponibles en la página web municipal, www.adra.es, y que serán publicadas en el Boletín Oficial de la Provincia.
Estas subvenciones se suman a las ayudas directas de hasta 300 eurosque el Consistorio otorgó a comerciantes y hosteleros locales en una convocatoria anterior, puesta en marcha a través del fondo extraordinario de 100.000 euros para la lucha contra la COVID-19. Con estos incentivos, la administración local ha querido contribuir a la supervivencia de estas pequeñas microempresas ante una temporada difícil, resolviendo de forma favorable prácticamente la totalidad de las solicitudes presentadas.
La puesta en marcha y ejecución de estas ayudas directas para microempresas y autónomos de la ciudad es una medida sin precedentes en el municipio. Además, es compatible con la percepción por parte del beneficiario de otras subvenciones que comparta la misma finalidad y se derive de la crisis generada por la pandemia. Ayudas unidas, además, a las medidas fiscales emitidas por el Ayuntamientoque recogían la suspensión de las tasas de ocupación de la vía pública para las terrazas y veladores, mercadillo, quioscos, vados y de recogida de residuos, entro otros.
Plan de vacunación
Asimismo, durante la última sesión plenaria todos los miembros de la Corporación Municipal manifestaron “no estar vacunados contra la COVID-19”, así como “que asumirán el compromiso ético de pedir la dimisión o cesar de manera inmediata a cualquiera de sus cargos públicos que se salten el plan de vacunación o que incumpla el protocolo establecido en su propio beneficio”.
Se ha destacado el comportamiento “reprochable” de ciertos políticos a lo largo del territorio español que se han saltado el protocolo de vacunación, un comportamiento “totalmente irresponsable y lejos de toda ética”, cuya consecuencia directa, en un momento de absoluta escasez, es que en estos momentos haya personal sanitario en contacto diario con el virus o enfermos crónicos y colectivos de riesgo que se encuentran sin salir de sus casas por miedo al contagio mientras esperan su turno para ser vacunados, tras haberse quedado sin recibir una de las dosis que les corresponden de acuerdo con el protocolo de vacunación.
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