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Lubrín abrirá la etapa post Covid19 con un área recreativa totalmente remozada durante los últimos tres meses de pandemia, y en la que han sido empleados 398 jornales del PFEA y alrededor de 45.000 euros. Así, apenas a 300 metros del núcleo urbano, el área de El Marchalico, una zona de barbacoas, sombras y extraordinarias vistas naturales, se configura como uno de los nuevos grandes atractivos de la Sierra de Los Filabres en la temporada 2021. La acción corresponde a los planes ideados para preparar el municipio de cara a una recuperación económica basada en el turismo rural pero como complemento de promoción a las industrias locales.
Con esos ejes fundamentales, la estrategia ha sido llevada a cabo por el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Lubrín aprovechando las ayudas del Plan de Fomento del Empleo Agrario (PFEA) y cofinanciada por el propio consistorio y fondos provinciales. “Tratamos de ajustar lo mínimo que nos llega a la consecución de varios objetivos al mismo tiempo, y si queremos ayudar a las industrias locales a que sus productos corran por toda la provincia de boca en boca, la mejor forma es, o eso creemos nosotros, poner al alcance de la gente las condiciones más idóneas posibles para que puedan venir, ver, probar y disfrutar de lugares donde la seguridad viene dada por nuestro propio enclave natural”, explica Domingo Ramos (PSOE), alcalde de la localidad.
Tras la actualización, este área recreativa de Lubrín cuenta con puestos de barbacoa, mesas corridas de madera, un pozo de agua tipo noria ya rehabilitado en una anterior inversión, y una amplia zona para juegos, además de ser punto de partida y final de interesantes senderos que pueden realizarse en familia. La estrategia de Lubrín de apostar por un turismo familiar le ha llevado a obtener recientemente el sello de calidad que otorga la Federación Española de Familias Numerosas a aquellos municipios que son clasificados como lugares de destino adecuado para el ocio y el turismo en familia.
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