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Es curioso que nos encarezcan el recibo de la “contribución energética” cada año mientras observamos al Sol como se ríe de nosotros. El precio de la luz se dispara más de un 40% en los seis primeros meses - pagando un IVA, 21% el más caro de Europa - y todo ello, sin saber o notar que ningún ex presidente del gobierno o ministros ingratos hayan accedido a sus nominas; hayan arreglado algún cable pero sabiendo el colorido de cualquier enchufe.
La Oligarquía Genética, con consentimiento gubernamental, no para en sus sangrías con sus impuestos. Datos a considerar: 16.000 pantallas voltaicas adornan la Selva Negra alemana cuando solo reciben un 31% de Sol al año. En Expaña, el 89% se utilizan para adquirir mejor bronceo sin pagar factura por el bello semblante mientras el privilegiado hacedor de esa energía accionada al margen de ese Sol, a través de recibos, recibe al día 12.000 euros mientras nos infla los precios.
Un oligopolio manejando el cotarro, piensa uno que habrá pocas cosas menos estables que el recibo de la luz. Habría que recurrir a la palabra del Gobierno; a la pizarra de una gasolinera o al IPC para hallar semejanzas. Ahora, se nos plantea a que subastas y a un déficit acumulado, pero no hacer caso…, las polillas y monsergas, son variantes cuando se trata de la mordida al bolsillo que al fin y al cabo es lo que cuenta y precisamente es que la luz, siempre sube, nunca baja, y menos cuando dependemos de ella hasta para escribir un simple blog y acordarse de aquel gerente del cable eléctrico que recibe 12.000 euros diarios..
Lo cierto es que la luz, en estos tiempos en que siempre es acompañada de su recibo y tarifa nos condena a pasar de ciudadanos a consumidores y recuerdo a mi magdalena de Proust cuando era un fluido de 125 voltio estable, se convierte en 220 y cuando lleguemos a 320, nos vemos vendiendo la casa. La puñalada a los bolsillos, me traslada a otros recuerdos:
Y sumábamos una gran experiencia en guardar silencio como tumbas dentro del piso, cuando se acercaba a nuestro timbre el cobrador de nuestra luminiscencia ya que teníamos pánico a quedarnos a oscuras. (Una casas que se sumían en la oscuridad por la noche, aunque parezca lógico, eran el paradigma del colapso en la economía domestica) “A fulano le han cortado la luz” era la sentencia que te rebajaba un puesto en los estratos sociales y pasas a engrosar de los que han pasado de la pobreza a la miseria.
Donde, los vecinos se enteraban y te veías condenado/ limpiando rótulos de calles franquistas para darle mejor esplendor. Después, era preciso encender la bombilla del sótano y abrir su trampilla para que vieran que nosotros todavía éramos de clase media…, que seguíamos dentro del voltaje repartido por la Compañía Eléctrica, sinónimo de virtualidad. Nunca una vela sustituta de la corriente ya que te hundía sociablemente. Por eso, a finales de mes, solíamos movernos de puntillas tanteando las paredes.
Temerosos de que llegara el cobrador insobornable apuntando los vatios gastados. Eso, nos llevaba, indefectiblemente, no viendo gente en la casa, a que los vatios ignorados de consumo por la familia, engordaba esa factura a través del silencio del contador que no reflejaba lo que pagábamos en mano en la sede de la Compañía Eléctrica. Quizás por ello, cada vez nos costaba más abrir la puerta al señor de culo cerrado de las facturas.
Hoy, arrasado y desconsolado el estado del bienestar y con la clase media cuesta abajo donde les importan menos los prejuicios sociales ante la amenaza de tanta subida de la luz, de momento me he comprado un cirio esperando a que sus directivos - en un boicot nacional - se suban a sus chimeneas. Mientras, todos acordes a ser solidario y hasta enmudecido, pero comprensible/incomprensible con un contador y factura que estudiamos pero cada vez lo entendemos menos así como el aconsejable horario de marras.
Urgente es el nacionalizar las eléctricas: Hay demasiados Jefes de Líneas, Asesores de lo conveniente dejando caliente su escaño en el Congreso. Puertas Giratorias que simulan ser “energías renovables” Entes públicas cuyas nóminas en Centros Energéticos tienen que añadir. Saben que siempre pagamos los mismos. Nos creen que los que adolecemos de una ignorancia precursora del siglo XVIII donde al encender una bombilla, la calidad de vida se accionaba simplemente por un botón cuando en la Era, llamada moderna, una patata y dos cable, ya tienes energía y ahí está el Sol, solidario que no nos abandona.
Se hace necesario un boicot a las Eléctricas y paralizar sus gasómetros y rotores. Dejar Líneas abiertas que vayan a parar a aquellos que no puedan pagarla. No dejarlos a oscuras que indica docilidad. Que los someten. Hay un dato que se me olvidaba: lo curioso es que suben la luz pero oscilan nuestras pensiones… Sistema neoliberal económico muy digno de pensar en ello: ¿Conclusión y nuestro ocaso? ¡Sangrarnos nuestros fluidos…! (Pagando como estoy pagando, de nada me ha servido la sentencia de mi profesor favorito, Cojonciano Ceropelotéz que sería un privilegiado por tener pocas “luces”)
Juan Marcelo
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