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Se la conoce y cuando le falta argumentos convincentes para procurar que no sea una parida más como acostumbre, acciona el “porque me da la gana” que deja asentado y desierta cualquier pregunta posterior. Suele cambiar el color del suelo que pisa y escudriñar con cierto arte el panorama al esgrimir prepotencia exponiendo de relieve sus dosis de mártir en pos de su Comunidad esgrimiendo su corte de fascista empedernida. Me la he imaginado en una cola del paro e impartir el concepto de neutralidad – algo desconocido en ella - para cambiar el orden conveniente…
ELLA-¿Quien da la vez?
EL-.Servidor señora: Soy el último.
ELLA-. Gracias por su franqueza y encima que me va a servir: Entonces yo paso primero que usted.
EL-. ¿Por qué?
ELLA- ¡Acaba de decir usted que es el último!
EL- ¡El último antes de llegar usted...!
ELLA-. Exacto: Hago acto de presencia e insiste en proclamarse ultimo cuando realmente tendría que decir que es el penúltimo o el que cierra la fila ya que yo estoy aquí y ese puesto suyo seria el que me correspondería. Insisto en que yo paso antes que usted postergando por mi parte, cualquier apostilla a su presunta y posible postura intransigente.
EL- ¡No estoy de acuerdo! Yo ya estaba aquí cuando usted ha llegado después.
ELLA-. ¡Mire usted, señor pertinaz! Lo primero que he preguntado es quien da la vez: Me ha respondido que es usted y encima se ha definido como ultimo, cosa que yo he valorado positivamente y ahora pretende revocar todo lo anterior camuflando una incongruente alocución dialéctica de situación/ubicación para cambiar el orden final de la fila y hacerse la victima aferrado a una pobre imagen de mártir para así ofrecer una estampa de desprotección horrible que en nada favorece a su persona como cualquier Casado al que intento eliminar y conseguiré.
EL- ¿Yo? Es usted la que pretende, amparada por la condición de su género, en sacar partido de la situación. ¡Situación que no estoy dispuesto a alterar!
GUARDIA- ¿Que es lo que pasa aquí?
ELLA-. Apuesto agente: Yo he llegado y he preguntado quien da la vez .Este señor ha reconocido que es el último, y en un gesto de honestidad - de la cual empiezo a tener mis dudas - se sitúa como ultimo a sabiendas que mi presencia en la fila es posterior He aplaudido esa sinceridad y le he advertido que entonces yo pasaría antes que el. No conforme con ello, me ha rodeado de proposiciones y ofrecimientos de dudosos acatamientos y con las sanas intenciones de bloquear todas las iniciativas de Pedro Sánchez que aunque asumo y soy respnsable, son confidenciales…
GUARDIA-…Creo, de una forma racional y viendo el sentir de esta bella y hermosa mujer de voz cascada, deducir que está en su derecho en que prevalezca su argumento; su verdad. El concepto y reflexión que hace de esta enojosa situación es clara y concisa. El nítido razonamiento que aporta como abrir un Hospital sin extintores ya es de por sí innegociable y…
ELLA-… gracias Agente: Para ser una autoridad con acento sudamericano, observo complacida que esta totalmente inmerso en el carácter de justicia, equidad, rectitud e idiosincrasia española. Recuérdeme que le de mi número de teléfono…
GUARDIA-. Gracias señora: Ahondando en lo anterior; sugiero la posibilidad de que esta señora pase antes que usted. Su situación en la cola de la cola creo que no le permite esa arrogancia, jactancia ni prepotencia de la que hace gala ya que…
ELLA-… ¡Mi numero de teléfono es el…!
GUARDIA.-… Después, señora…, después. Ahora busquen un acuerdo. A usted, señor, le atañe ejemplarizar su comportamiento .No esta usted en situación, como proclamo anteriormente, de pavonearse de ser el ultimo cuando hay personas antes que usted que quizás le hayan votado. Quizás si estuviera en mitad de la formación se podría permitir cierta suficiencia hacia los que le precede pero en el puesto que ocupa, no: no es correcto ni procedente. La cordura y la sensatez la tiene usted que tener como principio y aplicar cierto razonamiento para dejarle pasar antes no dejándose llevar por enconos o recuerdos de mítines salpicados de viruelas. Nada de animadversiones personales. ¡Es una dama que arrastra consecuencias doctrinales...!
EL- La verdad es que me siento avergonzado… ¡y muy cansado!, sobre todo cuando me doy cuenta de la que me esta “cayendo” por el simple hecho de estar en una cola aguardando mi turno… ¡Aunque disiento de su elocuente grandilocuencia! Si la dejo pasar a ella y vienen más, aplicando su criterio: ¡Siempre seria yo el último! ¡En este puesto quedaría hasta el infinito y diera tiempo y lugar a esperar pacientemente como Gabriel Rufián se ganaba el Jubileo yendo al Vaticano de peregrinación o a Gaspar Zarría saltando en pértiga en los Juegos Olímpicos de Tokio.
GUARDIA- ¡Es usted duro de molleras! Permítame recordarle que la digna palabra solidaridad, no es una nueva marca de Abre Madrid ni Botellón a Go-go. Creo que no ha entendido mi discernimiento sobre conciencia social ni su mensaje ético. Una terapia de grupo, le seria aconsejable y de penitencia, condenarle a ver la nueva reposición de Verano Azul. De todas formas, ahí viene otro señor que a no dudar, les preguntará para tomar su sitio en la cola. ¡A ver como se comportan…!
EL OTRO-. ¿Quién es el último?
EL-…y cuando me disponía a saltar del avión, no me di cuenta que los veteranos del Regimiento, aprovecharon la noche anterior en cambiarme el paracaídas y poner en su lugar una regadera. Menos mal que mi compañero me avisó, que si no, me estrello y…
EL OTRO- ¡Vamos a ver! ¿He preguntado quien es el último o la última?
ELLA-…para interesarme, Agente, sobre su vida afectiva y sentimental. Anteriormente, me propuse organizar una corrida de toros para el que no estuviera contagiado que se contagie. He prometido abrir los bares en plena pandemia que son votos a mi favor. Mientras; me amparo en su don de gentes para ir ganando puestos en la cola a fin de pasar antes que los demás y no tener que aguantar este interminable y enojoso desfile de comunistas en paro que convulsiona mi serrano cuerpo y seguro que atonta, aun más, mi convulsionada mente: La idea era desgastar a un Gobierno haciendo todo lo contrario a sus dictámenes como una mujer de derechas que se precie, pero…
GUARDIA- Intentaremos algo. ¡Bien: la situación ha quedado clara! Ahora tengo que dejarles ya que me avisan por el pinganillo que en la entrada no se ponen de acuerdo quien ha llegado primero o quien tiene que entrar antes. Duro trabajo es el del sufrido emigrante. ¡Duro oficio es el exilio!
El y EL OTRO - ¡¡¡La volverá a liar!!!
Juan Marcelo
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