Tener entre manos un excelente libreto viene a representar un enorme desafío para cualquier compañía de teatro. Sobre todo porque hay que estar a la altura para poder defenderlo con la fiereza y calidad que merece. Suele ocurrir con todas las obras de Juan Mayorga, galardonado este año como premio Princesa de Asturias de las Letras, pero más todavía si cabe con ‘Himmelweg (Camino del cielo)’, su obra más representada fuera de nuestras fronteras, su creación más internacional, en la que aborda, con una mirada poliédrica, una truculenta historia de mentiras y horror en el marco del Holocausto judío realizado por los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Anoche, el Teatro Apolo vivió momentos de apabullante impacto con el estreno de esta nueva adaptación que ha preparado la compañía almeriense Escenalia, bajo la dirección de Antonio Fernández, que ha contado con el patrocinio de Diputación Provincial y que ha sido incluida en la programación trimestral puesta en marcha por el Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería.
El propio Fernández es el encargado de abrir la obra con un apabullante monólogo de media hora de duración, donde da vida a un técnico de Cruz Roja encargado de visitar una ciudad del horror controlada por los nazis, donde todo se falsea para que los observadores internacionales no sepan todo lo que está ocurriendo en realidad. Para ello, el alcalde del pueblo (Paco Freire) cuenta con la colaboración de un encargado judío (Fernando Labordeta) que le acompaña entre un idílico pero frío pasaje de supuesta cordialidad donde niños, mayores y decoración invisibiliza el horror.
La parte del hombre de Cruz Roja crece en intensidad hasta que confiesa soñar cada noche por no haberse dado cuenta de lo que ocurría, de no haber podido contar en su informe todo lo que pasaba. Si esto fuera poco, la intensidad crece en cada uno de los bloques. Diseñados por Loreto Suárez, los títeres representan a esos niños, a esos ancianos y a esa niña con su muñeca colaborando en un siniestro plan de ocultación de exterminio a los suyos. Especialmente el papel de la niña es escalofriante.
A continuación, la representación de la enajenada locura nazi la representa un magistral Paco Freire, que entre citas literarias y filosóficas esconde en su discurso toda la supuesta justificación intelectual de aquella barbarie en pos de un supuesto mundo mejor. La mirada y la credibilidad del personaje es tan descomunal que el nombrado ‘guía de los judíos’ interpretado por Labordeta aparece en un patetismo desconsolante, consiguiendo así todas las sensaciones que Mayorga buscaba con una obra que, sin mostrar de forma explícita ningún acto violento consigue sacudir al espectador con un texto arrebatadamente bello.
Sobre la compañía
La compañía Escenalia se crea a finales del año 2005, recogiendo el testigo de la más veterana compañía teatral StardínStardán (existente desde el año 1995). Desde entonces, esta empresa matriz, bajo la figura empresaria Iniciativas Escénicas S.L., además de dedicarse a la gestión de proyectos culturales de distinta índole, produce y distribuye los espectáculos escénicos de las compañías StardínStardán Teatro, Spin Off, theatertolearn, Anima-T y Escenalia.
Solo desde su fundación en el año 2005, Escenalia ha producido con sus distintas formaciones más de 35 espectáculos, que ha puesto en escena en más de un centenar de localidades de diferentes comunidades autónomas y ante más de 300.000 espectadores.
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