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Voces autorizadas y eruditos en la materia. Filósofos y gurús mediáticos, no han sabido explicar al pueblo el por qué uno no es profeta en su tierra.
Uno, soslaya hábilmente la pregunta contestando “¡Por que está muy visto…!” Otro, alude un conocimiento del personaje comentando “¡Ay, si yo te contara…!”
Parece ser que el futuro profeta en su tierra, siempre cuenta con el aislamiento de sus vecinos o paisanos. No creen en él y dudan de su palabra, acciones o arte.
Consulto en la biblioteca de Alejandría, (pequeño reducto en mi casa al que llamo pomposamente Alejandría, donde los libros más consultados es la colección de Asterix, Mortadelo y Filemón e Historia Contemporánea del pillaje en España,) y con esa dotación de tomos, tampoco me aclara nada. Hasta mi regadera hace notar un canoro silbido de no oír nada al endosarle la pregunta.
Recuerdo algunas frases esparcidas referente al tema y con ello, me introduzco rápidamente en el personaje de quien quería comentar. David Bisbal, nuestro paisano…, otro que no fue profeta en su tierra:
“El mejor profeta del futuro, es el pasado” (Pensamiento de Lord Bryon cuando el asistente se retrasó once segundos en servirle él té de las cinco.)
“El profeta en su tierra, no tiene honra” (San Juan Iluminado, Cap. 4º Vers, 44, 3ª Bienal Poética del Sinaí, que, avergonzado por tal sentencia, echo la culpa a Jesucristo)
“Cuesta mucho salir del círculo de la mediocridad. Una vez fuera del el, tienes que huir, escapar” J. Marcelo, Chip, 61 Reflex, 16. (Testimonio que el citado autor aprovecho para esparcir un extraño ramalazo de cordura)
David Bisbal, apodado cariñosamente “el Ricito” - ex-vocalista del almeriense Grupo Expresiones que, analizando su futuro, no quería acabar como una mera expresión testimonial y opto por abandonar el Grupo que desafortunadamente después de su marcha, quedo sin expresión - y huyo a los madríles donde curiosamente también está el Parlamento Español. Allí se hizo un nombre y dotado de cierta bien timbrada voz y mejores letras en sus canciones, hoy en día es un referente en el panorama musical mundial. Siempre consecuente de su humilde procedencia, colabora con su presencia y música a favor de los más necesitados, aunque si muestra su rechazo y malestar a que su canción, “Bulerías” sea la sintonía más recurrida en las Terapias de Grupo.
Este insigne almeriense, (ahora sí; ahora es reconocido en su tierra) Una calle con su nombre. Las llaves de la Ciudad e inscrito en el Libro de Personajes Ilustres de la misma. Entrañable personaje surgido de la clase media, es muy posible que guarde en mente las tediosas noches donde exponía su presencia en los pueblos de la provincia con su Grupo. Obligados a cantar hasta que el olor de los churros de las Ferias rurales llegaba al olfato de los escasos bailarines que quedaban en pista. Costosos desplazamientos y cansancio desparramados por localidades provinciales donde él era uno más, pero con micrófono incluido. Desconocido y a veces aplaudidos. Un D.N.I. como identificación de presencia activa.
El hoy aclamado y aplaudido David Bisbal, ha tenido que buscarse las habichuelas fuera de su tierra. Una vez logrado, su tierra reconoce el esfuerzo y lo acoge como Hijo Predilecto cuando realmente esa predilección tenían que haberla llevado a cabo antes cuando destripaba terrones con el Grupo por aldeas y caminos sin asfaltar.
Pero si nos atenemos a la sentencia de que nadie es profeta en su tierra, todos asentimos y encontramos como normal que el hombre haya tenido que lucir sus rizos fuera de su entorno para que demuestre que antes valía y ahora mucho más. Nos conformamos con ello y lo encuadramos como “ley de vida” todo ello sin notar o percibir que las oportunidades está en nuestro entorno. Que hay que juzgar la valía de lo que conocemos no de lo que imaginamos condenando nuestro juicio de observación al destierro.
Que hay que darle una oportunidad a la creación. Aunque sea del vecino. Ayudarle no hundirlo. Favorecerlo no humillarlo.
En el Barrio Victoria de Melilla, había un mono muy simpático que hacia las delicias de sus vecinos. Este mono, que respondía al nombre de Cacarruta era uno más en el barrio ya que fue criado por ellos. Exigieron al alcalde una calle con su nombre. El alcalde atosigado por la exigencia de un Comité afín a la defensa del mono, se personó en el barrio y conoció al mono en cuestión:
- Este mono será muy divertido, pero es muy feo. Exijo su rápida eliminación – determino el primer edil haciendo honor por qué fue nombrado alcalde
–Los vecinos ante esa amenaza, decidieron donárselo a unos comerciantes que hacían la ruta Melilla-Argelia. En Oujda/Ajha, (frontera entre Marruecos y Argelia), lo dejaron abandonado en una calle y el mono busco refugio en una casa de pudiente familia. Esta familia lo acogió y esa simpatía tan innata del mono, hizo mella entre los moradores de la calle y sin consultar con nadie, cambiaron la reseña, la referencia de la misma por el nombre en árabe de Rue Monh-Nee. Esta calle existe y es con asiduidad visitada por curiosos y simpatizantes. El mono falleció hace muchos años y nadie explica quien recibía las cartas dirigidas a los vecinos de la calle Monh-Nee.
Mis disculpas por el símil Bisbal recordando al simio.
Juan Marcelo
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