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Este año que dejamos atrás, el 2022, se ha caracterizado por la desorbitada inflación de los precios, este aumento se ha visto agravado por diferentes factores que han contribuido a que el volumen medio de gastos de las empresas, negocios y familias se duplique con respecto a la de años anteriores.
La guerra de Ucrania fue decisiva en este incremento de los bienes, servicios y productos, ya que con ella llegó la subida de los carburantes. Esta subida que afectaba en un principio a los transportistas, poco a poco fue damnificado a otros sectores hasta llegar a finalmente a tocar seriamente el bolsillo de todos los españoles, y es que hasta los productos de primera necesidad se han visto comprometidos en esta crisis de los carburantes.
En consecuencia, en este duro año nos hemos tenido que ir adaptando a nuevos escenarios económicos, los cuales nos han llevado a buscar nuevas alternativas de consumo que se ajusten y cubran nuestras necesidades pero sin salirse del reducido presupuesto actual.
Crisis en el sector de la automoción
Y aunque como ya mencionamos anteriormente la crisis se ha hecho notar en todos los ámbitos, hay un sector comercial que se ha visto muy perjudicado: el de la automoción. La subida de los carburante ha sido la gota que ha colmado el vaso en este sector, ya que el mercado del automóvil llevaba sufriendo una recesión desde 2019. Con la covid-19 comenzó la crisis de los microchips, desde entonces la producción de estos semiconductores no ha llegado a cumplir los mínimos para que el sector automovilístico vuelva a tener los niveles de actividad previos a la escasez de estos suministros.
Bajo este contexto, la industria ha tenido que disminuir su productividad, y esto repercute directamente en el precio final del producto, con lo cual unos artículos, como los coches, que ya tenían un precio elevado de por sí, con la actual crisis han visto incrementar en gran medida su precio de venta. Pero la crisis no solo ha afectado en la parte económica, sino que el acceso a la compra de ciertos modelos se ha reducido, volviéndose muy complicado el hecho de comprarse un coche.
Mejor alquilar que comprar: ventajas y beneficios para los particulares
Todo esto se ha visto agravado con la subida de los carburantes, en consecuencia, muchos conductores han apostado por un servicio que hasta estos momentos estaba más enfocado a las empresas, el alquiler de vehículos.
El renting particulares está en plena expansión y esto se debe a los múltiples beneficios que supone hoy en día el alquiler de un vehículo sobre la compra del mismo:
Conduce un modelo a medida. El renting es la única alternativa viable por la cual poder conducir el modelo y marca que deseemos sin listas de esperas, ya que los renting cuentan con una amplia flota a la disposición de los usuarios en cualquier momento.
Más por menos. Con el renting a particulares vamos a tener las mismas prestaciones que con la compra de un vehículo pero ahorrándonos ese coste extra que han sufrido los vehículos tras la crisis de suministros.
Olvídate de todo, solo conduce. El renting está creado para dar un servicio íntegro, sin complicaciones. Y esto es gracias a un sistema de tarificación fija, la cual te cubre el impuesto de circulación, seguro del coche a todo riesgo o un mantenimiento periódico, entre otras comodidades.
Para algunos conducir es un placer, para otros una necesidad, pero sea cual sea la tuya, no gastes de más en este nuevo año, y pásate al renting.
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