La acumulación de suciedad, papeles, toallitas, etc pueden provocar atascos que desemboquen en malos olores, proliferación de ratas y cucarachas, y encharcamiento de las calles
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Aguas de Garrucha, empresa concesionaria de la gestión integral del agua en la localidad, mantiene durante todo el año de manera sistemática la red de alcantarillado para el buen funcionamiento de la evacuación de agua pluvial y residual. Este mantenimiento consiste en la limpieza de tuberías y de rejillas o imbornales, y el mantenimiento de equipos de impulsión de agua residual.
Si bien estas actuaciones se realizan de manera constante, en épocas señaladas, como ahora en días previos a la Semana Santa, se intensifican para minimizar al máximo los efectos negativos que la suciedad en estas infraestructuras pudiera ocasionar.
Se ha prestado especial atención a la red principal del Paseo del Malecón, y Calle Mayor, tradicionales puntos negros de la red de alcantarillado, y zonas más sensibles dado su carácter turístico y comercial.
Por ello, en esta zona concreta y aledañas se ha procedido a la limpieza y mantenimiento de más de 1.500 metros lineales de la principal arteria de la ciudad y sus cerca de 50 imbornales o rejillas, retirándose en torno a unos 300 kilogramos de residuos sólidos, en su mayor parte grasas y toallitas.
De igual forma, se han limpiado y revisado las cuatro principales estaciones de bombeo de aguas residuales, las correspondientes a las del Puerto de Garrucha, El Palmeral, Gasolinera/Marina del Faro y la principal, situada en la Plaza Pedro Gea.
Precisamente en esta última estación de bombeo de la Plaza Pedro Gea, lo primero que realizó Aguas de Garrucha en Julio de 2022 fue instalar una nueva bomba de mayor capacidad para evitar cualquier vertido de aguas residuales a la zona costera y al mismo Puerto de Garrucha.
Al realizar las tareas de limpieza de estas instalaciones, los residuos que mayormente se encuentran son arenas, restos de obra, toallitas húmedas, envoltorios, etc. Señalar entre ellos las toallitas húmedas, pues tardan mucho tiempo en degradarse y unidas al jabón crean una especie de maraña que provoca grandes atascos en las tuberías, e incluso si llegan a los sistemas de bombeo podrían generar un mal funcionamiento de los mismos.
Por tanto, hacer un buen uso del sistema de alcantarillado es responsabilidad de todos y con pequeños gestos, como no tirar toallitas húmedas al wc o tirar los envoltorios a la basura, se repercute positivamente en su funcionamiento y en el medio ambiente. No olvidemos que el mar empieza en cada imbornal.
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